El intendente Sujarchuk recibió a los trabajadores del Sanatorio Plaza

Estuvieron reunidos más de una hora. Les confirmó que el Municipio nunca consideró ni prevé hacerse cargo de la institución. Pero se comprometió a acompañar sus reclamos por los sueldos adeudados. Y propuso hacer un registro del personal desocupado.

Diálogo. El Intendente y los secretarios de Gobierno y de Salud recibieron a los trabajadores.

Les confirmó que el Municipio nunca consideró ni prevé hacerse cargo de la institución. Pero se comprometió a acompañar sus reclamos por los sueldos adeudados. Y propuso hacer un registro del personal desocupado.

A pesar de la copiosa lluvia de este viernes a la mañana, un puñado de trabajadores del Sanatorio Plaza se movilizó hasta el Palacio Municipal para reunirse con el intendente Ariel Sujarchuk. quien los recibió para interiorizarse personalmente de la situación que están pasando tras el cierre de la clínica y la consiguiente pérdida de sus empleos.

El centro de salud privado, ubicado sobre la calle Edilfredo Ameghino al 600, en Belén de Escobar, cerró sus puertas el viernes pasado (ver nota acá). Desde entonces, decenas de empleados se encuentran tomando el edificio y exigiendo respuestas por parte de la empresa Ferwal, que en 2017 se hizo cargo de la administración del sanatorio.

Alrededor de las 10.30, cuatro empleados fueron recibidos por el intendente Ariel Sujarchuk, a quien acompañaron el secretario de Gobierno, Javier Rehl, y el secretario de Salud, Juan Manuel Ordoñez. Los demás se quedaron esperando en la puerta del Palacio Municipal, sosteniendo una bandera blanca con letras negras: «Trabajadores del Sanatorio Plaza en lucha», decía.

La reunión duró más de una hora. A la salida, Enzo Barreto, uno de los empleados que participó del encuentro, confirmó lo que ya todos sabían: “Ya está descartada la posibilidad de expropiar. El Municipio nunca pensó en hacerlo, quedó más que claro”, señaló.

El comentario del trabajador coincide con lo que el secretario de Gobierno ya había expresado en declaraciones a El Día de Escobar: «Nunca tuvimos la idea de municipalizar el Sanatorio Plaza» (ver nota acá). No obstante, Barreto destacó que desde la Comuna se mostraron abiertos a colaborar con ellos.

“Hubo propuestas para ponernos en una lista de espera, por si necesitan trabajadores. Aceptamos eso, pero es una lista muy larga y no creo que llamen a todos. Se verán los casos más urgentes”, agregó el joven, que durante cuatro años trabajó en el área administrativa de la clínica.

“Tenemos que debatir con nuestros compañeros. Vamos a charlar y ver los pasos a seguir”, concluyó Barreto.

Semanas atrás los trabajadores habían tenido una reunión con Rehl, quien les propuso confeccionar un listado de personal de enfermería, que es el más requerido por la pandemia. Ahora, la propuesta del Ejecutivo se amplió para el resto de las áreas, cuya incorporación se consideraría en función de la necesidad y disponibilidad del momento.

«Además de hacer este registro de personal, se les propuso respaldarlos y acompañarlos en sus reclamos sindicales y ante el Ministerio de Trabajo», explicaron a este medio en el Ejecutivo. En promedio, la deuda de Ferwal es de cinco sueldos y unos seis aguinaldos.  Además, la situación legal es sumamente intrincada, ya que la clínica cerró pero ninguno de sus 65 empleados recibió un telegrama de despido.

En 2017 el sanatorio empezó a ser administrado por la empresa Ferwal y se dedicó exclusivamente a la atención de pacientes de PAMI (ver nota acá). Tenía asignadas siete mil cápitas, por las cuales recibía mensualmente unos 6 millones de pesos, aproximadamente.

Desde el 1º de julio, PAMI le transfirió esa cartera de afiliados al hospital municipal Néstor Kirchner (ex sanatorio San Carlos), de Maquinista Savio. La versión de la empresa es que sin ese ingreso, la clínica es inviable. Pero sus empleados no lo ven tan así, porque la situación ya venía en decadencia hace rato.

Actualmente, son poco más de 20 los que participan de la lucha: el resto bajó los brazos o consiguió algún otro trabajo, ya que algunas ocupaciones tienen una alta demanda temporal debido a la cantidad de personal de salud que está de licencia por contagios de coronavirus.

Mientras tanto, la toma del edificio del Plaza sigue siendo la principal arma de los trabajadores para presionar por el pago de los haberes adeudados y evitar el vaciamiento de la clínica. Se organizan en grupos de a seis y rotan las guardias cada doce horas. Hasta cuándo podrán resistir es un gran interrogante.

A esta altura, la posibilidad de un convenio con IOMA que posibilite la reapertura del sanatorio o la aparición de un comprador -se habló de un grupo empresario que estaría interesado- ya empiezan a verse como meras utopías.

Por Alejo Porjolovsky

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