Fue directivo y colaborador de ambas instituciones durante varias décadas. Además, era dueño de la primera y única estación de servicio de Loma Verde, que inauguró en 1961. Tenía 87 años.
Este miércoles a la tarde falleció a los 87 años de edad Lorenzo Mándola, antiguo directivo de la Fiesta Nacional de la Flor y el Club Sportivo y, por sobre todas las cosas, un querido vecino de Belén de Escobar.
Esposo de Doris, padre de Gustavo y abuelo de Ailin, Agustín y Alejo, Lorenzo comenzó a forjar su extensa trayectoria en Escobar por el año 1961, cuando junto a su hermano Alberto se bajaron de los camiones con los que distribuían combustible y se hicieron cargo de la primera y hasta ahora única estación de servicio de Loma Verde, ubicada sobre la Colectora Este, a la altura del kilómetro 54 de la Panamericana.
“De ahí en más las cosas han funcionado bien, no nos podemos quejar. El tema de las estaciones de servicio es bastante simple, hay que trabajar con honestidad y tener buena mercadería. Después, es el mismo público, a través del boca a boca, quien va eligiendo”, confesaba en una entrevista en octubre de 2012, donde también admitía que, si bien no necesitaba trabajar más, iba todos los días a la Shell “El Cencerro” porque era un hábito que ya no se lo quitaba más.
“No tengo necesidad de seguir viniendo, pero ¿qué hago en mi casa?, ¿me quedo a pelear con mi mujer? No, no quiero pelear con ella. Me vengo a la mañana, tranquilo. Claro que ya no a las seis y media como antes sino tipo nueve y me gusta ver cómo anda el negocio, hago los pedidos y como a las doce termino. Ahí sí me voy a comer a mi casa o almuerzo acá, y a la tarde ya no vuelvo. Pero esto es mi vida”, aseguraba, feliz.
Pero Lorenzo no se hizo conocido solo por su actividad comercial, que también incluyó una incursión de quince años en el sector avícola; más bien saltó a la luz por su pujante faceta social. De hecho, fue uno de los dirigentes más importantes en la historia del Club Sportivo Escobar: llegó a ser vicepresidente y, como titular de la subcomisión de Pileta, supo inaugurar en 1970, junto al entonces presidente del club, Edgardo De Franco, la piscina que hasta el día de hoy se encuentra ubicada en la calle Bernardo de Irigoyen al 300.
Además, presidió las subcomisiones de vóley y festivales -hacía de conductor en los eventos- y, como buen deportista que era, también fue jugador de básquet y vóley de la institución albiceleste, siendo pionero en esta última disciplina. “Fuimos los primeros en entrar a la Liga Metropolitana. Luego se sumaron Independiente, Arenal, Campana y Zárate”, recordaba sobre esos años dorados.
Pero eso no es todo. Lorenzo colaboró muchísimo tiempo en la sociedad civil Fiesta de la Flor. Empezó haciendo de anfitrión de las reinas invitadas, después asumió la presidencia de la Comisión de Eventos y, más tarde, en la gestión de Telmo Hisaki, como secretario general. En ese marco, fue creador del desfile y la elección de la Reina Nacional Infantil del Capullo.
“Luego de un cuarto de siglo trabajando ad honorem dije: ‘Hasta aquí llegué’. Siempre trabajé para la comunidad”, expresaba en aquel reportaje de 2012, donde se consideraba un “hombre de suerte”.
Por todo esto, la muerte de Lorenzo Mándola generó mucha tristeza en Belén de Escobar y, principalmente, en la familia del Club Sportivo, que lo despidió con un emotivo mensaje en sus redes sociales: «Se nos fue un pedazo de historia».
Por Damián Fernández