Por la declamada “optimización de recursos”, chicos de diversos grados deberán cursar en el mismo salón. “Es la antesala al cierre de la escuela”, advierten desde Suteba.
Hace más de veinte años, en la Escuela Primaria Nº22 “José Manuel Estrada” los chicos de primer, segundo y tercer grado estudiaban juntos, en la misma aula, al igual que los de cuarto con los de quinto y los de sexto con los de séptimo. Había pocos salones, poca matrícula y los maestros daban clases como podían. La situación se normalizó con el tiempo. No mágicamente, desde ya, sino a través de largos reclamos, gestiones y luchas. Pero todo eso empezó a derrumbarse a partir de este nuevo ciclo lectivo, donde la “optimización de recursos” reimplantó el paupérrimo formato pedagógico de albores de los ’90 en el único colegio isleño escobarense.
Acompañados por Suteba, docentes y padres de la escuela ubicada a orillas del Río Luján iniciaron la semana pasada un plan de lucha. En ese marco, este miércoles a la mañana realizaron una volanteada sobre la avenida San Martín, a la altura de El Cazador, y una asamblea en la plaza San Martín.
“Están cerrando y fusionando cursos. Amontonan a los chicos, en aulas donde entran 15 quieren meter 25. Es la antesala del cierre de la escuela”, aseguró el secretario general de Suteba, José Magallanes, en declaraciones a El Día de Escobar.
“Si hay escuelas que son símbolo de la educación pública son las escuelas isleñas y rurales, que es donde más centra su ataque este gobierno, porque ahí los docentes cobran mayor desfavorabilidad. Hay una política de ajuste y recorte concreta”, sostuvo el sindicalista.
En un contexto más amplio, señaló que en este ciclo lectivo se cerraron “más de cuarenta cursos” a nivel distrital y destacó el acatamiento de los docentes a los paros del lunes y martes. “Fue importante, estimamos que más del 80%, a pesar de las amenazas y los aprietes, que fueron algo impresionante, como nunca hubo”, aseveró.
Aunque la seccional local de Suteba es opositora a la conducción provincial que encabeza Roberto Baradel, en el diagnóstico de la situación general no hay diferencias: “Para pagarles a los acreedores o renovarles los bonos a los tenedores, que significan miles de millones de dólares, este gobierno no tiene ningún problema. Pero cuando los docentes reclamamos un mísero aumento de sueldo que acompañe la inflación, te dicen que no hay plata”, evaluó Magallanes.
“Dicen que es la nueva derecha, pero es la misma derecha gorila de siempre, la del ‘55, del ‘70, la de Onganía y de la Semana Trágica, que busca sacarle plata a los trabajadores para dársela a los banqueros y a los explotadores de todos los colores. No es un problema gremial ni docente, es un problema político”, enfatizó el referente sindical.