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Desde hace ocho años, Escobar se convirtió en un referente en seguridad gracias a la creación de su propia División Canina K-9. Esta iniciativa, impulsada por el intendente Ariel Sujarchuk, permitió al municipio no solo resolver delitos locales de alta complejidad, sino también colaborar en investigaciones en diversas provincias del país.
La División K-9, que opera bajo la Secretaría de Seguridad, está compuesta por ocho perros especializados. Cinco de ellos se dedican al rastreo humano, uno se encarga de rastros de alta complejidad y dos están entrenados para la detección de estupefacientes.
Claudio Guiñazú, director de K-9, expresó con orgullo qué se siente formar parte de este cuerpo de elite. «Nos llaman de todos lados, porque nuestros perros tienen una característica muy particular: nunca dejan de buscar. Hubo casos donde pasaron tres, cuatro días y hemos tenido muy buenos resultados. En ese sentido, tanto nosotros como ellos agotamos todas las posibilidades, no damos nunca nada por perdido», explicó.
El equipo de K-9 incluye a dos canes especialistas en narcóticos, Leo y Willy, que realizaron más de 30 allanamientos exitosos en los últimos seis meses. Bengy, Benito, Pipo y Furia se dedican a la búsqueda de personas vivas. Mientras que Torh y Zeus están entrenados para la búsqueda de restos humanos.
Bengy es el más veterano de todos los animales y se destaca en el rastreo específico de personas a partir de objetos personales. En 2023, participó en 26 operativos, y este 2024, ya lleva ocho actuaciones exitosas.
Por su parte, el instructor y capacitador Juan José Klein reveló detalles de la preparación de estos perros. Además, aclaró una duda sobre el riguroso entrenamiento. «Hay una creencia respecto a que los perros son entrenados con drogas, pero eso es falso. Se utilizan esencias con olores similares como pachuli y acetona, entre otros», manifestó.
Así es el entrenamiento de la División Canina
Además de su adiestramiento, los perros de la División Canina K-9 mantienen una dieta especial y un estricto control médico a cargo de los veterinarios del Hospital Municipal de Zoonosis.
La División también cuenta con seis cachorros en la segunda etapa de entrenamiento, en la que se define la disciplina a la que se destinarán. Todos ellos están alojados en una sede de 116 metros cuadrados en Ingeniero Maschwitz que fue construida con fondos municipales. El espacio incluye caniles especialmente acondicionados y un sector de servicios para el personal de cuidado.
La efectividad de la División Canina K-9 de Escobar no solo reafirma el compromiso del municipio con la seguridad, sino que también pone en alto el valor del trabajo en equipo entre humanos y animales en la lucha contra el crimen.
