La delicada situación epidemiológica que está atravesando el país respecto a la epidemia de bronquiolitis y otras infecciones respiratorias agudas bajas no es ajena al partido de Escobar, donde el aumento de casos encendió las alarmas del sistema sanitario.
“Nos encontramos con la peor epidemia de la cual tengamos registro, con un 30% más de casos si comparamos con datos prepandémicos”, expresó el director del hospital provincial Enrique Erill, Gaspar Costa.
Sin dar cifras, el funcionario remarcó que el pico de casos que se está dando “se presentó de manera prematura” y advirtió que “se calcula que tendrá su punto máximo en junio”. Recién en julio la curva comenzaría a descender.
Ante este cuadro inédito de brote, la Secretaría de Salud y el hospital Erill conformaron un Comité de Crisis “para poder adoptar medidas sanitarias que permitan brindar una atención de calidad, a pesar de la tensión que genera este aumento de casos”, explicó Costa.
Como parte de estas acciones, dijo que se reforzaron los servicios de pediatría, enfermería, kinesiología, laboratorio, diagnóstico por imágenes y esterilización. También se incorporaron promotores de salud para facilitar la organización en la guardia.
El hospital escobarense aumentó de 20 a 40 las camas pediátricas mediana complejidad; doce cuentan con sistema de gases centrales, una obra que fue realizada para afrontar la pandemia, con fondos municipales.
Por su parte, el Municipio anunció que reforzó los servicios de guardia pediátrica en los principales centros de salud de Garín, Matheu, Ingeniero Maschwitz y Maquinista Savio “para dar respuesta a la alta demanda de consultas médicas” por bebés con problemas respiratorios y tos.
El ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, alertó que el pico de bronquiolitis “es grave” por dos motivos: llegó antes de lo esperado y con una gran cantidad de casos, un fenómeno que ya ocurrió en la pospandemia tanto en países del hemisferio norte como en otros de Latinoamérica.
Por eso, y por la complejidad que puede desencadenar esta enfermedad en menores de dos años, recomendó que los adultos y las adultas responsables consulten al centro de salud más cercano si observan síntomas de dificultad respiratoria.
La situación actual del pico de casos de bronquiolitis es grave, porque llega con muchos casos y varias semanas adelantando. Lo sabemos porque pasó en hemisferio norte en la última temporada y porque ya lo empezamos a ver en nuestro país. Pasa en todos lados. No solo en PBA. pic.twitter.com/YIjO4GZXEW
— Nicolás Kreplak (@nkreplak) May 28, 2023
Qué es la bronquiolitis
Se trata de una infección respiratoria aguda que ocurre con mayor frecuencia en los meses de otoño-invierno y afecta sobre todo a los menores de 1 año. También puede darse en adultos, aunque es poco usual. Puede ser causada por distintos virus; el más común es el Virus Sincicial Respiratorio (VSR).
Afecta las vías aéreas pequeñas (inflamación de los bronquiolos), provoca distintos grados de dificultad para respirar y se manifiesta con agitación, tos, decaimiento, dificultad para alimentarse o dormir.
Si un niño o una niña presentan signos de dificultad respiratoria, se recomienda consultar inmediatamente a un médico.
Al no existir tratamientos para el virus (no hay jarabes ni antibióticos), es fundamental controlar que el compromiso respiratorio no afecte la oxigenación normal y asegurarse que el bebé pueda alimentarse e hidratarse bien, pese a la dificultad respiratoria.
¿Ante qué síntomas recurrir al centro de salud?
– Respiración rápida con silbidos o ronquidos
– Fiebre persistente de 38° grados o más
– Tos
– Pérdida de apetito
– Dificultad para beber líquidos o amamantarse
– Cansancio o decaimiento
– Dolor de cabeza o garganta
¿Cómo prevenir las infecciones respiratorias?
– Lavarse las más con frecuencia
– Cubrir la boca y nariz con el pliegue del codo al toser o estornudar
– Evitar contacto o reuniones con personas síntomas respiratorios
– Mantener una buena ventilación de los ambientes y evitar la presencia de humo de cigarrillo cerca de niños y niñas
– Mantener al día los esquemas de vacunación
– Promover la lactancia humana exclusiva durante los primeros seis meses de vida