El evento está organizado por Andrés Palau, hijo del recordado pastor oriundo de Maschwitz. Se realizará este viernes y sábado en Palermo. También estarán Patricia Sosa y Rodrigo Tapari.
Siguiendo la tradición de su padre, este viernes y sábado el pastor Andrés Palau encabezará un festival evangélico multitudinario en el barrio porteño de Palermo. El evento, repleto de artistas, contará con la presencia de un representante escobarense que se subirá al escenario.
Se trata del cantante y actor Manuel Wirtz, radicado en el barrio parque El Cazador hace más de veinte años , quien será uno de los referentes nacionales que actúe junto a Patricia Sosa, Rodrigo Tapari y el actor Gastón Pauls, entre otros.
De destacada trayectoria musical y recordadas actuaciones en Poné a Francella y Casados con Hijos, entre otros programas, el artista local actualmente está como jurado en el reality show Canta conmigo ahora, conducido por Marcelo Tinelli en Canal 13. De hecho, reemplazará al presentador en las grabaciones cuando se vaya a ver el Mundial de Qatar.
“Nos vemos este sábado con Palau”, alcanzó a decir Wirtz en una historia subida a sus redes sociales junto al cantante de cumbia Rodrigo Tapari. En otro video, ensaya una canción junto a la banda de rock evangélico Rescate.
En el evento, que comenzará ambos días a las 19 con entrada libre y gratuita, también participarán Gabriel Bazán, Myrka Dellanos, Kike Pavón, Redimi2 y Alex Campos, entre otros artistas. Wirtz se presentará en la segunda jornada.
El show contará con dos escenarios de distintos tipos de ritmos musicales, imitaciones y show de rayos láser. Además, habrá conferencistas y motivadores de diferentes partes del mundo, según anunciaron desde la organización.
Este será el segundo festival de la familia Palau en la Capital Federal. El primero, en 2008, atrajo una multitud al emblemático Obelisco de la avenida 9 de Julio, donde incluso estuvo presente y habló el delantero colombiano Radamel Falcao, en aquel momento jugador de River.
En aquel entonces, el orador principal fue Luis Palau, el pastor oriundo de Maschwitz que se radicó en los Estados Unidos y se hizo célebre entre sus correligionarios.
Su trayectoria como predicador fue impactante: además de convertirse en la principal voz del evangelismo para los hispanos y en los países de América Latina, escribió más de 50 libros y habló en forma personal en más de 500 eventos masivos en 80 naciones del mundo, alcanzando a millones de personas, cara a cara, con el mensaje cristiano.
Debido a su gran influencia, también fue recibido por presidentes, empresarios, periodistas, representantes de la nobleza y distintos líderes mundiales. En 2016 había visitado al entonces presidente Mauricio Macri en la quinta de Olivos.
El afamado pastor evangélico murió en marzo de 2021 a los 86 años, víctima de un cáncer de pulmón. Su obra hoy es continuada por su hijo Andrés y su esposa Wendy, quienes por primera vez encabezarán este evento en el país, bajo el lema “La fiesta de música y buenas noticias que Buenos Aires estaba esperando”.
El joven predicador ya llegó al país y se mostró con referentes de todo el arco político: desde el gobernador Axel Kicillof y el ministro de Seguridad provincial, Sergio Berni, hasta el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; el jefe de gabinete de la Nación, Juan Manzur; y la diputada rosarina Amalia Granata. A menos de un año del regreso a las urnas, se sabe que el evangelismo tiene peso en el mapa electoral.
En las próximas horas, Andrés tendrá su bautismo de fuego frente a los bosques de Palermo. En 2008, su padre congregó en la 9 de Julio a más de un millón y medio de fieles en dos noches. Por lo visto, tiene la vara bastante alta.
Un maschwitzense que conquistó el mundo
Luis Palau nació el 27 de noviembre de 1934 en Ingeniero Maschwitz, en el seno de una familia tradicional y religiosa. Su madre, Matilde Balfour, era organista en la parroquia San Antonio de Padua, mientras que su padre, Luis, dueño del primer corralón del pueblo, “sirvió al Señor” desde los cuatro años, incluso prestando uno de sus camiones para llevar misioneros a diferentes lugares.
Fue justamente la muerte de su padre -inmigrante catalán y amigo de Benito Villanueva- lo que encendió la llama cristiana del joven, que años después viajó a Estados Unidos para estudiar el seminario Multnomah School of the Bible en Portland, ciudad en la que se estableció y permaneció el resto de su vida.
Durante los años 70 y 80, el evangelista argentino “fue uno de los pocos predicadores extranjeros autorizados a realizar eventos de carácter espiritual dentro de la antigua Unión Soviética”, según recordó la asociación que lleva su nombre.
“Cuando en 1991 cayó la ‘Cortina de Hierro’, fue uno de los primeros en realizar campañas en estadios al aire libre en la región. Campañas similares en naciones aparentemente ‘cerradas al cristianismo’ en el Medio Oriente y Asia también ayudaron a derribar barreras y establecer nuevos estándares para los esfuerzos de evangelización masiva”.
Sus históricos eventos masivos lograron congregar a millones de personas en todo el mundo. En su presentación en Buenos Aires, en 2008, se estima que convocó a más de un millón y medio de fieles en dos noches.
Su último evento presencial lo llevó a cabo en Madrid, en 2019, cuando ya estaba atravesando el cáncer de pulmón. Allí se dieron cita más de 85.000 personas.
Desde hace años, las operaciones diarias de la Asociación Luis Palau han sido dirigidas por los hijos del evangelista. Kevin se desempeña como presidente y director ejecutivo; Keith forma parte del equipo de desarrollo; Andrés, el tercero de cuatro, siguió los pasos de su padre como evangelista; y Stephen, el menor, es maestro de escuela en Portland.
El ministerio logró construirlo en 1978 gracias a la colaboración de Bill Graham, quien aportó capital luego del éxito que tuvo Palau en Bogotá. Esa gran presentación que tuvo ante el público colombiano le permitió también asumir la dirección del Servicio Evangelizador para América Latina (SEPAL).
El año pasado, personalidades de todo el mundo expresaron sus condolencias por el fallecimiento del pastor maschwitzense, que alcanzó fama global y supo construir un imperio. Dicen que su iglesia está valuada en casi USD 8 millones y tiene una tasa de crecimiento del 6% anual.
“Tenemos el corazón roto, pero llenos de esperanza y fe. Servimos a un buen Dios que nos ama enormemente. Y papá dio su vida por compartir esa buena noticia con el mundo”, lo despidió su familia a través de las redes sociales.
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