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El deportista, que viene de ganar la medalla de plata en los Juegos Paralímpicos de Tokio, recibió la distinción de manos del intendente Ariel Sujarchuk. “Es un gran orgullo y me emociona profundamente”, expresó.
Darío Lencina empezó el mes con un sabor agridulce. Porque en Tokio la Selección Argentina volvió a llegar a la final, pero otra vez cayó ante su eterno verdugo, Brasil, y el sueño de la medalla de oro no se pudo consumar. Pero tres semanas después recibió una distinción que, si bien no se compara con una presea olímpica, tiene para él un valor simbólico muy especial: ser declarado vecino destacado del partido de Escobar.
El arquero de Los Murciélagos fue recibido este miércoles en su despacho por el intendente Ariel Sujarchuk, quien le entregó una plaqueta con la mención especial, fundada “en virtud de sus logros deportivos y calidad humana”, según se informó.
“Este reconocimiento es muy grande para mí, engloba muchas satisfacciones. Que el lugar donde nací me destaque de esta manera es un gran orgullo y me emociona profundamente”, afirmó el arquero y profesor de Educación Física.
Por su parte, el intendente le agradeció en sus redes sociales “la posibilidad de compartir una charla muy interesante, en la que hablamos del deporte y su función social para seguir ampliando espacios de recreación y competencia, pero sobre todo de inclusión”.
Reconocimiento. Lencina muestra la distinción entregada por Sujarchuk en nombre del Municipio.
Además de cuidar el arco del equipo nacional de fútbol para no videntes, Lencina tiene el récord de ser el deportista argentino con mayor participación en Juegos Paralímpicos.
En sus inicios jugó en la primera división de Villa Dálmine, pero en 1999 se sumó como arquero del equipo de futbol para ciegos y hasta 2003 formó parte del plantel municipal en esa categoría.
En 2001 fue convocado a la selección argentina, con la que participó de seis copas América, cinco mundiales, cinco Juegos Parapanamericanos y cuatro Juegos Paralímpicos consecutivos. Además, es el entrenador de la Sub-20 de Los Murciélagos.
Un reconocimiento merecido, que se hizo esperar pero llegó a tiempo para poner en valor una trayectoria destacada, tanto en el plano competitivo como en la faz humana.
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