Por nueve votos contra tres, Juan Carlos Monjes fue declarado “no culpable” de la muerte de Yanina Miranda, ocurrida a fines de 2018 en Belén de Escobar. La fiscalía había pedido que sea condenado a prisión perpetua.
En votación dividida, un jurado popular absolvió al hombre acusado del presunto femicidio de Yanina Dalma Miranda, quien falleció a fines de 2018 a causa de las graves quemaduras que sufrió en medio de una discusión con su pareja. El hecho ocurrió en una vivienda de la ciudad de Belén de Escobar y, según la evaluación del tribunal, no pudo comprobarse que Juan Carlos Monjes (32) haya rociado con alcohol y prendido fuego a la mujer.
El juicio fue el primero que se llevó a cabo en el partido de Escobar con tribunal de jurados, integrado por seis hombres y seis mujeres, quienes fueron llamados a participar por el Poder Judicial. Fueron cinco audiencias, desde el lunes hasta el viernes pasado, que se desarrollaron en el Polo de Educación Superior, en la localidad de Ingeniero Maschwitz.
El juez Daniel Ropolo, del Tribunal Oral Criminal (TOC) 2 de Zárate-Campana, fue el encargado del juicio, donde el fiscal Martín Zocca pidió condena perpetua, al igual que el abogado de la familia de Miranda, Cristian Rondinella. El defensor de Monjes, Manuel Alegre, solicitó al jurado que lo declare “no culpable”.
Tras las cinco jornadas que duró el proceso, nueve de los doce jurados integrantes del tribunal resolvieron este viernes que Monjes sea absuelto, ya que no consideraron probado que haya rociado con alcohol y prendido fuego a su pareja para provocarle la muerte.
Por parte del acusado declararon su hermana, quien sostuvo que Miranda era una persona “posesiva, celosa y con ataques de ira”. Amigas en común de la pareja también caracterizaron de la misma manera a la mujer, que tenía 35 años y era madre de dos nenas.
Otras dos declaraciones de peso fueron las del ambulanciero y el médico que atendieron a Miranda, cuyos testimonios contrastaron con la composición del hecho por la cual Monjes fue imputado, El relato de ambos testigos fue clave para la defensa y también incidió en la interpretación del jurado.
“Yanina era una gran mujer y una excelente persona, pero tenía un gran problema: era una mujer obsesivamente celosa. Su calidad de persona la demostró hasta el último momento de su vida, cuando reconoció el error que había cometido y, en un enorme acto de responsabilidad, se encargó de dejar plasmado frente a los médicos que ella misma se había rociado el alcohol y se tomó el trabajo de pedirle perdón a Monjes. Todo esto fue escuchado por el ambulanciero y declarado en el juicio”, afirmó el defensor de Monjes en declaraciones al portal Qué Pasa.
El conductor también manifestó «que Yanina no quería subir a la ambulancia para ir al hospital si no subía Monjes, lo que denota que no había sido atacada sino que había tenido un accidente para, en palabras de ella, asustar a Monjes y se le fue de las manos. Además, el testigo contó que Yanina le pedía perdón a Monjes en el hospital”, relató Alegre.
Por su parte, el abogado Rondinella se mostró indignado por el veredicto del tribunal. “Prueba por prueba, perito tras perito, testigo tras testigo, explicaron que fue imposible que ella se quemara sola. No pudieron objetar ninguna pericia, todas eran contundentes. Al jurado no le importó nada”, manifestó al mismo medio.
“Hoy doce personas soltaron a un femicida que mañana puede ponerse en pareja con su hija, con su hermana y puede volver a ocurrir lo mismo”, enfatizó el letrado. También señaló que “según el Código Penal la decisión del jurado es irrecurrible”, por lo que ahora “hay que ver en detalle qué puede hacerse”.
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El día a día del juicio
Durante la primera audiencia habían declarado integrantes de Unidad Funcional de Instrucción N°4, a cargo del fiscal Christian Fabio, que fueron quienes comenzaron el proceso de esta causa y tomaron testimonios para la primera reconstrucción del hecho.
También declararon un perito de rastro de la Policía Bonaerense, que testificó sobre los objetos que encontró la escena, y un ingeniero civil especialista en incendios y combustión de bomberos de la Policía Federal.
Al día siguiente fue el turno de los familiares de Miranda, quienes aseguraron que en 2017 había sido agredida por su novio. “Monjes le desfiguró la cara con un bate de beisbol y tuvo una causa por eso, pero no se llevó adelante porque Yanina tenía miedo de perder a su hija”, indicó Rondinella.
El fiscal Zocca había pedido que Monjes sea declarado culpable del femicidio de Miranda, luego de enumerar todas las pericias y resultados de diligencias que lo señalan como autor del delito de “homicidio doblemente agravado por la existencia de una relación de pareja y por haber sido perpetrado por un hombre contra una mujer mediando violencia de género”, que prevé como única pena la prisión perpetua.
Monjes, que se había declarado inocente, esperaba la sentencia en la Unidad Carcelaria 21 de Campana y fue inmediatamente liberado tras el fallo del tribunal.
Una muerte entre interrogantes
En la madrugada del 26 de noviembre de 2018, efectivos de la comisaría 1ra de Escobar se hicieron presentes en una vivienda de la calle Florentino Ameghino 168, en el barrio Villa Bourdet, al ser alertados sobre una pelea de pareja entre un hombre y una mujer (ver nota acá).
Al arribar, los policías constataron que Miranda presentaba graves quemaduras, por lo que fue trasladada al hospital Erill. Los médicos que la atendieron confirmaron que esas quemaduras abarcaban el 47% del cuerpo, en especial su cuello, la cara, el torso y los brazos.
En un principio, la Policía aprehendió como principal sospechoso a Monjes por el delito de “tentativa de homicidio”. Según las primeras versiones, la habría atacado porque ella le dijo que quería dejarlo. El fiscal Fabio pidió la conversión de la aprehensión en detención, pero el juez de Garantías Luciano Marino denegó el requerimiento por falta de pruebas y el imputado fue excarcelado.
Miranda, que había quedado hospitalizada, falleció cinco días después y Monjes fue nuevamente detenido (ver nota acá) cuando el mismo magistrado, ante la presión social y política, valoró otras pruebas y el testimonio de varios familiares. Desde entonces el joven esperó la llegada de este juicio, que le permitió recuperar su liberad. No porque se lo haya considerado inocente, sino porque el jurado no consideró probado que fuese culpable.
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