Se trata de Manuel Orero, que integra la Selección Argentina y llegó a la final en el campeonato disputado en Portugal. “Me hizo muy feliz poder clasificar y venir. Cumplí lo que vine a hacer y más”, expresó el juvenil palista, de 18 años.
Practica canotaje desde hace más de una década y el último fin de semana vivió uno de los eventos más importantes de su prometedora carrera como palista. Manuel Orero (18), del Club de Remo y Náutica Belén de Escobar, estuvo en el Mundial junior y Sub 23 que se hizo en Montemor o Velho (Portugal) y se convirtió en el 7º mejor del mundo en su categoría.
Citado por la Federación Argentina de Canoas (FAC) para ser parte de la delegación en este evento internacional, Orero debutó el viernes 3 en K1 1.000 metros y finalizó 3º en la serie, con un registro de 3´49´´. Ese puesto lo clasificó a las semifinales, que se corrieron horas más tarde. Allí terminó en la segunda ubicación, con un tiempo de 3´56´´ y el pasaporte asegurado para el sábado, en la tan ansiada Final A (donde quedan los mejores del mundo).
En esa prueba de nueve palistas el escobarense compitió ante ocho europeos y terminó en séptimo, con una marca de 3´42´´86, su mejor tiempo en las tres pruebas que corrió en Portugal.
El ganador fue el español Alex Graneri (3´35´´), seguido por el húngaro Levente Kurucz (3´38´´) y el alemán Jan Graff (3´38´´27).
“Ser finalista es increíble”
“Fue mi primer Mundial junior y el último, porque en 2022 no seré más de esta categoría. Me hizo muy feliz poder clasificar y venir. Quería guardar un buen recuerdo y lo conseguí”, le contó Orero a El Día de Escobar y El Deportivo Web, desde Portugal.
Sobre los resultados y su desempeño puntual en cada una de las regatas que debió afrontar en el Mundial, detalló: “En la serie era romper el hielo, fue una buena tirada, pero no tuve muy buenas sensaciones. Igual, me sobró para entrar a la semifinal. Allí visualicé la prueba. Hice el trabajo mental para llegar al 100%, porque en la semi te jugás todo. Para llegar a la final tenía que estar entre los tres primeros y tiré con todo, corrí excelente”.
Sobre la final, donde era pelear codo a codo con los mejores exponentes del canotaje europeo, explicó: “Estaba un poco cansado, pero la corrí de manera inteligente. Acá la gente anda fuerte, no es joda. Hice un tiro increíble y llegué junto con el 6º, que me ganó por nada”.
Por último, se refirió a las sensaciones del viaje y lo que viene para su carrera. “Ser finalista del mundo es increíble, cumplí lo que vine a hacer y más. Tuve regatas excelentes, tanto deportiva como mentalmente, me salió todo lo que vine a hacer. Es un paso más en mi carrera. A seguir trabajando y mejorando, como siempre”, expresó, recién llegado de una experiencia inolvidable.
Por Javier Rubinstein
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