Violencia institucional en el Instituto Superior Municipal de Formación Docente y Técnica de Escobar

SR. DIRECTOR: Denunciamos por la presente una serie de graves medidas arbitrarias, injustas e irresponsables adoptadas por el Gobierno Municipal de Escobar, específicamente en el área del Instituto Superior Municipal de Formación Docente y Técnica (ISMFDyT), al dejarse injustificadamente cesante el día 25 de marzo de 2015 a su Director Académico y Administrativo, profesor Claudio […]

SR. DIRECTOR:

Denunciamos por la presente una serie de graves medidas arbitrarias, injustas e irresponsables adoptadas por el Gobierno Municipal de Escobar, específicamente en el área del Instituto Superior Municipal de Formación Docente y Técnica (ISMFDyT), al dejarse injustificadamente cesante el día 25 de marzo de 2015 a su Director Académico y Administrativo, profesor Claudio Barrón.

Ante semejante acto de violencia institucional, miembros del cuerpo académico lo denunciamos en sendas notas elevadas al señor Intendente Sandro Guzmán y al Secretario de Gobierno, señor Diego López, fechadas 8 de abril y a las cuáles aún no hemos recibido respuesta alguna.

Al mismo tiempo, un conjunto de alumnos de la institución denunciaron este acto de violencia institucional a través de una nota fechada el 1º de abril de 2015 al señor Federico Pecchia, quien fuera nombrado, según sus propias manifestaciones escritas y verbales, “Director y Supervisor General de la Institución”.

Según luego nos informaran la Directora General de Cultura, señora Patricia Raquel Herrera, y el representante legal, señor José Fabbro, en posterior reunión realizada el 14 de marzo, la función del señor Pecchia sería principalmente “política” en cuanto a su poder decisorio, lo que se puso de manifiesto cuando comenzó a tomar medidas que reflejan su claro alineamiento político y sectario, que busca ya no la profesionalidad e idoneidad que se corresponden con la formación musical y ética de futuros docentes sino delegar cuotas de su poder político en personas adeptas, serviles y no informadas, con el fin de cumplir lo que nosotros sospechamos es su propia agenda política oculta.

Sensibles y alertas ante los permanentes actos de corrupción, comportamientos reñidos con la moral pública, la idoneidad profesional y la incompatibilidad con los deberes de funcionarios públicos a los que nos tiene acostumbrados nuestra mal llamada “dirigencia política” –especialmente cuando se aproximan procesos electorales como ocurre actualmente-, es que miembros del cuerpo docente y alumnos del ISMFDyT elevamos nuestras voces para alertar a la opinión pública de Escobar y del resto del país sobre este episodio de clara violencia institucional, con el fin de que no se permita que -una vez más- personajes corruptos e irresponsables manejen “la cosa pública” a su arbitrio insolente.

Sintetizamos a continuación los hitos principales en este conjunto de de irregularidades pedagógicas y administrativas perpetradas por las supuestas nuevas autoridades a cargo de la Institución:

• Este sospechoso proceso comenzó a principios del mes de marzo cuando se recibió una nota de la Directora General de Cultura, Patricia Raquel Herrera, mediante la cual nombraba como “Director y Supervisor General” a Federico Pecchia, y “Director Académico y Administrativo” al profesor Claudio Barrón, quedando éste último subordinado al primero, toda vez que una de las responsabilidades asignadas al profesor Barrón era la de velar por “la aplicación de la misión, visión y objetivos fijados por Federico Pecchia”;

• Luego, el profesor Barrón fue citado a una reunión a la que no concurrió, dado que la gran irregularidad de la situación de violencia institucional suscitada ameritaba que se asesorara técnica y legalmente. Como resultado directo de ello, el 25 de marzo el profesor Barrón recibió un telegrama de despido, sin indicar causa alguna;

• Al mismo tiempo, las autoridades nombraron en su reemplazo a un nuevo Director, Claudio Lozano, quién tomó una serie de medidas tales como designar a una profesora para acordar horarios, dándole participación a Federico Pecchia, a pesar de que todos los representantes municipales nos aclararon que Pecchia no tendría injerencia ni participación en los procesos y procedimientos pedagógicos y administrativos del Instituto;

• Esta irregularidad fue comunicada personalmente por la secretaria de la institución al señor Lozano, asentándose en el correspondiente Libro de Actas;

• Los abajo firmantes pudimos observar con asombro que toda consulta o actividad que requiriese de la participación del señor Lozano, sólo la realizaba luego de consultar con Pecchia. Contrariamente a la tradición de la institución bajo la conducción del profesor Barrón, hoy ya no existe una política de “puertas abiertas”. El nuevo modus operandi elegido por Lozano y Pecchia para soslayar el hecho obvio de que, más allá de los cargos formales, la dirección efectiva está a cargo de Pecchia, quien gestiona en lo formal a través de Lozano, es el ocultamiento. Ello conforma un verdadero insulto a la institución, su cuerpo docente y sus alumnos.

• Tanto Pecchia como Lozano indicaron que el Proyecto Institucional que pretenden aplicar sería consensuado y acordado con los docentes, mas ese supuesto “proyecto” aún no ha sido elaborado, ni consultado, ni presentado ante el cuerpo docente. Ni siquiera se han realizado las previsibles y necesarias reuniones de trabajo para dar forma a semejante “proyecto”, a pesar de lo cual Pecchia ha designado a un alumno (de cursada irregular, y metodología cuestionable) para que organice a un grupo de alumnos de 4º año de superior con la misión de “representar” a la institución. Como era previsible, eso lo hizo sin consultarlo con el cuerpo docente de la institución;

• Pecchia también asignó a un grupo de 2º año de FOBA la responsabilidad de formar un Grupo de Folklore, manifestando que el Instituto debe asignarle un salón para ensayar, situación de la que los docentes tomamos conocimiento gracias a información que nos llegó a través de los alumnos;

A continuación una cronología abreviada de los principales hitos de todo este lamentable proceso:

o El 2 de marzo Pecchia se presentó en la Dirección del Instituto con una nota que entregó al director, la preceptora, la secretaria y a los docentes presentes ese día.

o Ese mismo día, el director, profesor Claudio Barrón, labró un acta en la que desestima el contenido de la misiva por considerar que no fue formalmente notificado ni por los representantes legales, ni por la inspectora, ni por el intendente;

o El 4 de marzo, el director, profesor Barrón, fue convocado a una reunión a la que –según se explica precedentemente- no concurrió, informando de ello a los representantes legales, y a la Directora General de Cultura; también lo conversó con el señor Diego López;

o El 14 de marzo hubo una reunión con el personal docente que contó con la presencia de la Directora General de Cultura y el representante legal, señor José Luis Fabbro

o El 27 de marzo el profesor Barrón recibió el citado telegrama de despido del Gobierno Municipal. Agreguemos que no hubo notificación alguna a la institución de este despido, lo cual conforma un ejemplo flagrante más de la violencia institucional de la que somos víctimas. La inspectora había recomendado que, ante semejante procedimiento, las autoridades municipales mantuvieran un contacto personal con el profesor Barrón, que se lo llamara y se solicitó que concurriera el representante legal Fabbro, quién no concurrió, sólo comunicándonos por vía telefónica para decir que no tenía conocimiento alguno de estos hechos;

o El 30 de marzo concurren los dos representantes legales, la Directora de Cultura y los señores Pecchia y Lozano con el fin de presentar al nuevo Director –Lozano -, en cuya oportunidad los docentes le formularon los cuestionamientos arriba enumerados, sin recibir respuesta ni explicación alguna; sino tan sólo evasivas con las que claramente pretendieron esquivar toda responsabilidad en estos hechos. En aquella reunión también se acercó espontáneamente un importante grupo de alumnos para manifestar claramente su total descuerdo con estas medida de violencia institucional, permaneciendo en las instalaciones del Instituto hasta pasada la medianoche;

o El 8 de abril se presenta el Secretario de Gobierno, Diego López, a quién se le entrega personalmente una nota suscripta por los docentes y alumnos. Los docentes mantienen sus reclamos en dicha reunión, que se extendió nuevamente hasta pasada la medianoche.

o El 15 de abril uno de los representantes legales concurrió a la sede de la institución portando dos notas firmadas por Diego López en las que –como era de prever– una vez más evaden responder todas las consultas que se les realizaron y ratificaron por escrito.

• Laboralmente los docentes estamos “contratados”, pero ninguno tiene en conocimiento las condiciones que se exponen en dicho contrato y, ante el pedido del mismo, nos contestan con evasivas.

• La designación se realiza por decreto, pero tampoco nos suministran la información correspondiente, a pesar de haberlo pedido reiteradas veces a los RL.

• Estamos sujetos a la inconstitucionalidad del Municipio, que tiene el poder de despedir personas tituladas con antigüedad en el cargo de 5 años y negando la indemnización correspondiente.

Por todo lo antedicho es que solicitamos a las autoridades municipales de Escobar resuelvan en un plazo perentorio esta situación irregular, restableciendo al profesor Claudio Barrón en su cargo de Director Académico y Administrativo del ISMFDyT, como primera medida esencial y prioritaria para lograr la normalización institucional del ISMSDyT.

A su vez, y ante la falta de confianza que dichas autoridades nos inspiran, es que solicitamos a los sindicatos correspondientes, a todas las fuerzas vivas de nuestra comunidad y a los medios de prensa y difusión que por favor cumplen con su tarea vital de informar y denunciar actos de violencia como este, con el fin de que toda la opinión pública conozca los mismos y quiénes son sus responsables.

Rogamos nos presten el necesario auxilio, asistencia y representación ante las autoridades municipales, a fin de evitar que tengamos que recurrir a autoridades superiores, como son el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires y el Gobierno Nacional.

Docentes y alumnos del Instituto Superior Municipal de Formación Docente y Técnica de Escobar

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