Villa Dálmine superó 3 a 2 a Armenio y se quedó con un clásico para el infarto

Estaba 2-0, pero el local reaccionó en el ST, lo empató y pudo haberlo ganado, pero Ramos malogró un penal. En la siguiente jugada, el violeta convirtió y festejó.

Armenio se llevó por delante a Dálmime en el complemento y estuvo a punto de ganarlo, pero erró y lo pagó caro.

Apasionante, cambiante, vibrante, incierto hasta el último instante. Así, con todos los condimentos de un clásico zonal, fue el partido que disputaron este sábado a la tarde Deportivo Armenio y Villa Dálmine, en el marco de la 351 fecha de la B Metropolitana. Fue 3-2 para la visita, pero el resultado pudo ser al revés. Cerca del final, Ramos falló un penal que le podría haber dado un triunfo hazañoso al local. En la siguiente jugada, los de Campana facturaron y se llevaron los tres puntos de Ingeniero Maschwitz.

Fue un partidazo con todas las letras, que seguramente será recordado por mucho tiempo. En la etapa inicial, el conjunto de Sergio Rondina piso firme y encontró la ventaja a los 14’ por intermedio de Damián Salvatiera. Apoyado en la distribución y el manejo del “Duddy” Pérez, la visita exhibió una clara superioridad y volvió a asestarle un duro golpe al local cuando Salvatierra recibió un centro atrás con el arco libre y puso el 2-0.

Armenio sintió el golpe y no se pudo reponer, fue un concierto de imprecisiones y nervios, un equipo fastidioso consigo mismo. Lo mejor que le pudo pasar fue que llegara el entretiempo, para dejar de deambular por la cancha y recapitular.

El complemento fue otra historia, diametralmente distinta. Eduardo González introdujo a Mauro Frattini por Lolli y el “Colo” le cambió la cara al equipo. Desniveló por la derecha, aportó mucha movilidad, criterio y profundidad. Así, antes del descuento, Armenio ya había dilapidado no menos de cinco situaciones clarísimas de gol, entre ellas un remate en el travesaño del recién ingresado.

Parecía que no iba a haber forma de doblegar el arco de Agustín Gómez, hasta que a los 25’ Diego Medina probó desde afuera del área y la coló contra el palo derecho para poner al local a tiro de un empate que estaba al caer. Y que cayó nomás tres minutos después, cuando Pacheco definió de frente al arco un centro que vino desde la derecha.

Dálmine era puro desconcierto, ya no tenía a Pérez para mover sus hilos en ataque y Armenio lo tenía contra las cuerdas, grogui, a un golpe del nocaut y de dar vuelta un partido infartante. Pero llegó el momento fatídico de la tarde: a los 41’, Leo Ramos desperdició un dudoso penal -lo tiró suave a la derecha de Gómez, que adivinó y tiró el manotazo- y en la jugada siguiente, de contra, Víctor Gómez puso el 3-2 definitivo para Dálmine.

Cada uno tuvo un tiempo a su favor y lo más justo hubiera sido un empate, aunque Armenio dispuso de un dominio muy superior en el segundo tiempo, casi un monólogo ante un Dálmine anestesiado (ahora 24 puntos) que revivió tras el penal errado por Ramos y se quedó con un triunfo festejado como si valiera doble.

Para Armenio (26 puntos), una nueva frustración que lo aleja del pelotón de arriba. Solo un punto de nueve en el reinicio del campeonato y el sinsabor de haber estado a nada de la hazaña pero quedarse con las manos vacías, masticando bronca y mirando al piso en busca de una explicación.

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