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Al palo. La banda ejecutó un show intenso que dejó una grata impresión en Cosquín.
Monos en Bolas compartió cartelera con Ciro y Los Persas, Guasones y La 25. El grupo se presentó en el Escenario Punk y tuvo un set de media hora, con siete canciones. Una experiencia inolvidable.
Por tercera vez en sus diecisiete ediciones, una agrupación escobarense se presentó en el Cosquín Rock -las anteriores habían sido Hermanos de la Calle (2015) y CasqueVa (2016)-, el festival más federal y de mayor convocatoria del país. Monos en Bolas dejó en claro que sus más de quince años de trayectoria son suficiente aval para ser parte de una grilla con figuras destacadas.
Si bien el grupo ya tuvo experiencias anteriores en otros festivales (Quilmes Rock, Pepsi Music, etcétera), esta fue la oportunidad que miles de bandas quisieran para sus carreras. El sábado 25, con el predio recibiendo a las huestes rockeras (y con artistas como Ciro y los Persas, Guasones y La 25), Darío Dionisi (guitarra, voz), Marcelo Nassif (guitarra), Martín Fernández (bajo), Eduardo Petrone (batería) y Julián Scigliano (percusión) llegaron al aeródromo de Santa María de Punilla para demostrarles a las masas quiénes son.
Miembros de la banda tuvieron la posibilidad de realizar una conferencia de prensa para los medios de comunicación de todo el país y Latinoamérica en la carpa destinada para dicha actividad (también concurrieron Carajo, Salta La Banca, Los Gardelitos y El Bordo).
El set en el Escenario Punk duró media hora. Fueron suficiente siete temas (Santa fe, No importa, Perdedor, Un alma en el mundo, Voy, Calcius, Todo da igual) para que el público colmara las instalaciones y descubriera por primera vez el rock de Monos en Bolas.
Público, prensa y colegas aclamaron de manera unánime la consagración del combo en tierras serranas.
La experiencia de décadas y los miles de kilómetros recorridos por las extensas rutas argentinas quedaron manifestados en el contacto con su público. Monos en Bolas dejó su sello en la Disney del rock.
Por Martín Pozzo
Director Revista La Negra
Foto: Sebastián Ballieri
