Ni la altura de las rejas ni el significado del lugar detuvieron a un individuo para entrar a robar a la cocatedral de Belén de Escobar. Con total impunidad y calzado apenas con pantuflas, trepó el cerco perimetral e ingresó a la oficina de Cáritas, de donde sustrajo algunos efectos personales.
En una sociedad donde la vulnerabilidad parece no tener límites, el delincuente no dudó en profanar la casa de Dios. El llamativo hecho ocurrió este martes alrededor de las 15.30 en la parroquia ubicada sobre la avenida Tapia de Cruz al 500, frente a la plaza central de la ciudad. Personal de la comisaría 1ra, del Comando de Patrullas de Escobar y del Grupo Táctico Operativo intervinieron de inmediato tras la denuncia.
Luego de realizar un rastrillaje en la zona, los efectivos policiales ubicaron al sospechoso cuando intentaba ingresar a su vivienda corriendo, en la calle Belgrano al 1900, del barrio Philips de Belén de Escobar.
Los oficiales constataron que Matías Alejandro Pérez, de 36 años, tenía una medida cautelar vigente en su contra, dictada en el marco de una causa por violencia familiar. Sin embargo, esto no pareció disuadirlo de volver a delinquir.

La víctima del robo, Sonia Elizabeth Monzón, de 41 años, empleada de Cáritas Argentinas, denunció que su teléfono móvil y otros elementos personales desaparecieron de la oficina donde trabaja.
Por disposición de la Unidad Funcional de Instrucción N°5 de Escobar, Pérez quedó aprehendido bajo los cargos de “hurto agravado con escalamiento y desobediencia”. El detenido quedó alojado en la Comisaría Escobar 1ra, a la espera de las medidas judiciales correspondientes.
