El bloque de concejales de Juntos presentó un proyecto para reflotar la iniciativa que patentó Luis Patti. Desde el Ejecutivo explicaron que hace cinco años se está implementando un programa similar.
Durante varios años las plazas del partido de Escobar contaron con un elemento pintoresco que no eran ni las flores, ni los árboles o los bustos y estatuas de próceres. Vestidos de verde y portando un bastón, los placeros recorrían diariamente estos espacios públicos con el fin de controlar y supervisar que todo estuviera en orden.
Estos empleados municipales eran una suerte de custodios de los espacios verdes del distrito. Su figura surgió en la segunda mitad de la década del 90, durante la gestión del intendente Luis Patti, pero con el tiempo esa pintoresca presencia se diluyó hasta discontinuarse definitivamente.
Ahora, un proyecto presentado por el bloque de concejales de Juntos pretende que vuelvan al ruedo y solicita al Ejecutivo la reincorporación de los placeros. Dentro de sus considerandos, la iniciativa plantea que “la figura del placero existió durante años y de esa forma se lograba reducir el vandalismo” en plazas y paseos.
El texto legislativo también señala que es “deber municipal” controlar y cuidar los espacios públicos del distrito y que es “necesario para la seguridad de los vecinos” contar con un empleado de la Comuna en cada plaza.
“La presencia de los placeros favorecerá la orientación de los vecinos para el buen uso y disfrute de los lugares. Además, podrán controlar el correcto funcionamiento de las instalaciones y/o los servicios, prevendrán posibles situaciones de riesgo y podrán escuchar a los vecinos respecto de reclamos, sugerencias y/o consultas”, afirman desde la bancada de la coalición opositora.
El autor de este proyecto de comunicación es el concejal maschwitzense Eduardo Gianfrancesco, ahijado de Patti, y cuenta con la adhesión de la presidenta del bloque, Yésica Avejera.
En 2017 se había reflotado la presencia de empleados protegiendo los espacios verdes de Escobar, aunque con ligeras diferencias. En aquel entonces, el intendente Ariel Sujarchuk firmó un decreto con el que estableció un programa de “guardianas” de las plazas compuesto por mujeres que habían sido víctimas de violencia de género.
La iniciativa surgió de la articulación entre la Secretaría de Desarrollo Social, la Dirección de Políticas de Género y Diversidad y la Dirección de Empleo local. El plan contemplaba el acompañamiento de mujeres que se encontraban viviendo situaciones problemáticas y su posterior inclusión laboral, con el objetivo de que adquieran recursos genuinos y plena autonomía.
Ante la consulta de El Día de Escobar, desde el Municipio confirmaron que ese programa continúa vigente en las plazas y espacios verdes del distrito y cuenta con once colaboradoras. “Van rotando de acuerdo a la dinámica de tránsito de la gente”, afirmaron.
A diferencia de los placeros tradicionales, las guardianas de las plazas no cuentan con un uniforme característico y, probablemente, pasen inadvertidas a los ojos de los vecinos que transitan las plazas de Escobar todos los días. “Antes tenían una chomba que las distinguía, pero la dejaron de usar porque eran revictimizadas”, explicaron desde el Ejecutivo.
También señalaron que “aquellas que han desandado el camino del dolor y hoy se hallan en un franco proceso de autonomía en la crianza y cuidado de sus hijos, han podido incluirse en un proyecto laboral que las incluye como trabajadoras municipales y tienen como tarea el cuidado de espacios verdes de cada localidad del distrito”.
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