El 30 de abril, el personal docente, como los auxiliares de la Escuela Primaria Nº 8 y la Secundaria N° 32 de Belén, padecimos serias dificultades a raíz de la desinfección: nauseas, ardor en los ojos y picazón en garganta.
La misma se realizó el día 29, sin dar tiempo a organizar ni garantizar el normal dictado de clases. Y, lo que es más grave, poder cuidar la salud de los que concurrimos al establecimiento.
Según informara el Consejo Escolar: “Había que hacerla sí o sí el 29… en tres horas estaría ventilado y, por lo tanto, no era necesario suspender las clases”.
A todo esto, no dejaron en la escuela la hoja de seguridad con el nombre del veneno utilizado, ni tampoco el tiempo estipulado para no correr riesgos (hechos que fueron denunciados a los gremios: FEB, SUTEBA y ATE).
Los docentes que debimos cumplir nuestro horario habitual decidimos no entrar a las aulas, donde persistía un fuerte olor aún a mediodía, y quedarnos en el patio con los niños presentes (a partir del mediodía) a fin de resguardar su integridad física.
Como delegada del establecimiento hago pública esta situación a fin de alertar a otros colegas y evitar que por negligencia de algunas autoridades se vean vulnerados nuestros derechos de trabajar y enseñar en condiciones dignas y seguras.
Si la desinfección es una herramienta más para reducir el riesgo de enfermedades y alejar alimañas y no una mera campaña de propaganda electoral, esperamos que a partir de ahora se haga con la seriedad que corresponde.
Claudia Consiglio
Belén de Escobar
Delegada de SUTEBA en la EPB N° 8