Ofrecen una recompensa pública por el hombre que asesinó a Martín Scaldafferro

A un año del resonante crimen del joven escobarense, el Ministerio de Seguridad dio a conocer la imagen del homicida y oferta entre $50 mil y 150 mil para quien pueda facilitar su captura. Se llama Daniel Omar Cardozo Bustamante y es de José C. Paz.

Homicida. Daniel Cardozo Bustamante apuñaló por la espalda al joven cuando forcejeaba con uno de sus cómplices.

A un año del resonante crimen del joven escobarense, el Ministerio de Seguridad difundió la imagen del homicida y oferta entre $50 mil y 150 mil para quien pueda facilitar su captura. Se llama Daniel Omar Cardozo Bustamante.

El Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires emitió este viernes una oferta de recompensa pública de entre 50 mil y 150 mil pesos para aquella persona que brinde información fehaciente para dar con el paradero de Daniel Omar Cardozo Bustamante (43), quien está acusado de haber asesinado al joven Martín Scaldafferro (16) en un intento de robo ocurrido el pasado 12 de agosto de 2016 en Belén de Escobar.

Si bien el fiscal de la causa, José Martín Zocca, ya había revelado la identidad del homicida en una nota publicada la semana pasada por El Día de Escobar, es la primera vez que se da a conocer su imagen. Oriundo de José C. Paz -no de Matheu, como había trascendido inicialmente-, sobre Cardozo Bustamante también pesa un pedido de captura nacional e internacional de la Interpol.

Quienes tengan alguna información sobre el prófugo podrán comunicarse con la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº6 de Campana al (03489) 464-509 o con la Dirección Provincial de Registro de Personas Desaparecidas al (0221) 429-3015 ó 429-3091. Se asegura estricta reserva de identidad.

Buscado. La recompensa ofrecida por el Ministerio de Seguridad se empezó a hacer viral en las redes sociales.

El anuncio de la recompensa pública ofrecida por el ministerio que dirige Cristian Ritondo también incluye una reseña del trágico hecho, con algunos pormenores que se desconocían.

El extracto sumarial da cuenta de que a las 15.45 Cardozo Bustamante se presentó junto a otros tres sujetos en el domicilio ubicado en la calle San Lorenzo 443. Cardozo y Emilio Bouchard (28) tocaron la puerta identificándose como personal policial y al ingresar a la vivienda redujeron a sus moradores: los hermanos Martín (16) y Tomás Scaldafferro (18) -extrañamente no menciona al mayor de los tres, Franco (24)- y Francisco Giuggia, primo de ambos.

«Comenzaron a preguntarles sobre la existencia de una caja de seguridad y de armas de fuego, mientras simulaban empuñar armas entre sus ropas», relata el informe. Al mismo tiempo también entró a la casa un tercer delincuente, Jorge Daniel Alfaro (25), quien se apoderó del celular de Giuggia, mientras que en las inmediaciones del lugar el cuarto integrante de la banda aguardaba como campana a bordo de un Honda City gris.

Escena del crimen. El trágico forcejeo se desencadenó en el patio de la vivienda de la familia.

En un momento de descuido Tomás Scaldafferro logra salir de la vivienda en busca de auxilio, ante lo cual los tres hampones intentaron huir. Quizás el caso no hubiera terminado en tragedia si no fuera porque Martín intentó retener en el patio a Bouchard, junto a su padre Gerardo, que estaba en el local comercial contiguo a la casa y se acercó al escuchar los gritos. En el forcejeo intervino Cardozo, que había tomado una cuchilla de la cocina y para liberar a su compañero le asestó varias puñaladas al hombre y a su hijo.

Lo demás ya se sabe: Gerardo sufrió una herida cortante en la zona lumbar y fue dado de alta una semana después, mientras que Martín falleció a la mañana siguiente por la fuerte hemorragia que sufrió cuando era trasladado al hospital Erill, distante dos cuadras de la escena del brutal crimen.

Por lo pronto, Bouchard y Alfaro fueron detenidos en septiembre y noviembre pasado, respectivamente, y desde entonces se encuentran alojados con prisión preventiva en la Unidad Penitenciaria Nº 21 de Campana, a la espera del juicio oral.

Víctimas. Gerardo y Martín fueron atacados por el mismo delincuente con una cuchilla que tomó de la cocina.

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