Por segunda vez en una semana, decenas de vecinos salieron a las calles para protestar por la creación de un establecimiento penitenciario en un predio lindero al cementerio. Reclaman que sea relocalizado.
Enfundados en diferentes modelos de la bandera nacional y con pancartas de todo tipo, decenas de vecinos marcharon este viernes a la tarde por el centro de Belén de Escobar para rechazar la construcción de una alcaidía penitenciaria en el barrio Donatelli. Fue la segunda manifestación en una semana.
La concentración se inició minutos después de las 18 sobre la plaza San Martín, en la esquina de la avenida Tapia de Cruz y Asborno. “Esta vez damos una vuelta y nos vamos pacíficamente a casa. La próxima vez no nos vamos a ir tan pacíficamente”, arengó de manera amenazante uno de los vecinos que participó de la protesta.
Antes de dar la vuelta a la plaza, los manifestantes juntaron firmas para un petitorio y repartieron volantes. “No tenemos ninguna bandera política, somos vecinos autoconvocados con un solo fin: no a la alcaidía, que albergará a 300 detenidos”, rezaba el panfleto.
“Solicitamos que revean este proyecto y reconsideren reubicar la alcaidía en otro lugar que no impacte la normalidad de nuestra ciudadanía. Hay muchos otros lugares más aptos para llevar a cabo esta construcción, como los terrenos sobre la autopista Panamericana. Pero no en medio de nuestro poblado”, agrega el texto.
Luego de entonar a cappella el himno nacional, la muchedumbre rodeó la plaza y se apostó frente al Palacio Municipal, celosamente custodiado por efectivos de Prevención Comunitaria. “No a la cárcel (sic)” fue el cántico más reiterado. También repetían “¿Los medios dónde están?”, pese a la presencia de varios periodistas.
Después de un rato y sin mucho más por hacer, regresaron a la avenida Tapia de Cruz para ponerle punto final a la manifestación.
Esta protesta fue la segunda de la semana. La primera tuvo lugar el lunes (ver nota acá) y forzó una reunión con funcionarios de primer rango, como el secretario de Gobierno, Javier Rehl; la secretaria de Legal y Técnica, Laura Guazzaroni, y el secretario de Seguridad, Nicolás Serruya.
Sin embargo, la posibilidad de relocalizar la futura alcaidía no sería negociable. “Voy a sostener la decisión, sin dejar de escuchar el reclamo de los vecinos y atender a todos”, afirmó el intendente Ariel Sujarchuk a El Día de Escobar (ver nota acá).
“Si alguien me dice que ponga la alcaidía al lado de un barrio cerrado, que me diga dónde hay una tierra fiscal al lado de un barrio cerrado y lo evalúo”, agregó, casi irónicamente y sin dejar de ocultar su fastidio.
La construcción de la alcaidía de Escobar está actualmente en proceso de licitación (ver nota acá). Su puesta en marcha permitirá liberar los atestados calabozos de las comisarías locales y eximir del cuidado de esos detenidos al personal policial. Un doble beneficio, que se choca contra el malestar de los vecinos que no quieren tenerla cerca de sus casas.
El establecimiento tendrá un tamaño entre cuatro y cinco veces menor que el de una cárcel, con capacidad para alojar a 300 personas. “Será un edificio moderno, que garantice las buenas condiciones en las que trabajan los empleados, el cuidado necesario de los internos y de los familiares que los visiten”, explicaron desde el Municipio.
El presupuesto oficial para la obra es de $881.237.035, en tanto que el plazo de ejecución se estableció en 300 días corridos.
Por Alejo Porjolovsky