El cierre de los museos históricos de Ingeniero Maschwitz, Garín y Matheu es ya un hecho. Y paulatinamente la medida se irá complementando con la llegada de los testimonios que ellos atesoraban al único museo que permanecerá abierto: el de Belén de Escobar. “Hay razones económicas, culturales y educativas”, expresó el director del área, Gustavo Issetta, al explicar la decisión tomada desde la Comuna.
El funcionario admitió que las causas “presupuestarias” fueron gravitantes en la determinación, aunque también incorporó motivos “educativos y culturales” al concepto de fusionar los cuatro establecimientos. “En su momento se había justificado y se podía llevar adelante, pero el partido ya está integrado, hay una unidad cultural”, analizó Issetta sin explayarse en su curiosa afirmación respecto al cambio de paradigma que implica centralizar estos espacios en contraposición a su apertura hacia las localidades.
De ahora en más, todos los objetos y documentos de la historia del distrito serán expuestos únicamente, y de manera rotativa, en el museo histórico regional “Agustín Campiglia”, que desde su nacimiento -25 de mayo de 1997- funciona en un edificio perteneciente a la Sociedad Cosmopolita que la Comuna alquila, en la calle Mitre al 787.
En declaraciones a El Sitio de Escobar, Issetta también anunció que se reformulará el funcionamiento del Campiglia, tanto en su horario de atención a los visitantes como en la restauración de piezas y otros aspectos. “Ahora el museo va a ser itinerante, va a ir a las escuelas con sus colecciones y a dar charlas. En vez de esperar que la gente venga al museo, vamos a ir en busca de la gente”, sostuvo.