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La localidad de Matheu vivió este miércoles una verdadera fiesta popular con la celebración del 209° aniversario de la independencia argentina. Orgullosos, los vecinos llevaron sus banderas celestes y blancas, los aplausos acompañaron el paso del desfile y un cierre a puro baile marcó el cierre de la jornada.
La mañana del 9 de julio comenzó con la recepción de autoridades en la Sociedad de Fomento y el tradicional tedeum en la parroquia San Juan Bautista, a cargo del párroco Pablo Villaba. Más tarde, la plaza central fue escenario del acto protocolar, que combinó solemnidad con gestos emotivos y participación ciudadana.
Durante la ceremonia, alumnos de la Escuela Primaria N°6 “Libertador General San Martín” interpretaron el himno nacional y recibieron una placa por los 120 años de la institución. También se presentó el Ballet de Jesús, con un vibrante cuadro folclórico muy aplaudido por el público.
El orador principal fue el intendente Ariel Sujarchuk, quien destacó que “la independencia requirió de mucho esfuerzo patriótico. Por eso, este día nos tiene que hacer reflexionar sobre lo que pasa en nuestro país, para que terminemos con la cultura del odio y la intención de eliminar a los demás. Porque la Argentina somos todos, y todos juntos tenemos que salir adelante”.
A continuación, el desfile patrio cívico convocó a escuelas, colectividades, entidades sociales, agrupaciones tradicionalistas, clubes, fuerzas vivas y cuerpos de seguridad. El recorrido se extendió por la avenida Nazarre ante una tribuna colmada de familias que acompañaron con orgullo, banderas y celulares en mano.
La fiesta continuó por la tarde con presentaciones artísticas de ballets, escuelas locales y bandas musicales que se sucedieron en el escenario principal. Con el correr de las horas, la avenida principal de la localidad se convirtió en un verdadero paseo cultural, donde también se desplegó una amplia oferta gastronómica y la Mesa de los Argentinos.
Ya entrada la noche, llegó el cierre de la mano de la cumbia de Jimmy y su Combo Negro, en un cierre festivo que dejó postales de alegría, emoción y un fuerte sentido de pertenencia.
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