La hija de Muñiz Barreto ratificó que Patti secuestró a su padre

El ex comisario faltó a la audiencia por un supuesto pico de presión. Piden que sea trasladado a Ezeiza.

La hija del asesinado ex diputado nacional del PJ Diego Muñiz Barreto afirmó este jueves que su padre fue secuestrado por el ex subcomisario Luis Patti en Escobar, en febrero de 1977, junto a su secretario y chofer Juan José Fernández, y que luego lo mataron represores de Campo de Mayo en un simulacro de accidente automovilístico en Entre Ríos.
“Siempre supimos que fue Patti”, ratificó Juana Muñiz Barreto al declarar en un largo y emotivo testimonio, por momentos entre llantos, y que incluyó muchos detalles de la vida personal y política su padre.
El Tribunal Oral Federal 1 de San Martín juzga por una decena de delitos de lesa humanidad a Patti, al ex dictador Reynaldo Bignone, al ex general Santiago Omar Riveros y al ex comisario de Escobar Juan Fernando Meneghini.
En este tramo del juicio, dedicado al secuestro y asesinato de Muñiz Barreto, se incorporó un nuevo acusado, el ex oficial del Ejército Martín Rodríguez, quien según declaró por escrito antes de morir exiliado en España el ex secretario del legislador, estuvo en ese centro clandestino de detención y fue uno de los torturadores de ambos.
Patti volvió a estar ausente porque, según se informó al Tribunal, sufrió un pico de presión cuando estaba por ser trasladado desde la clínica privada Fleni y por eso los médicos resolvieron derivarlo a la guardia del lugar, pese a que este lunes se ordenó que siga compareciendo al juicio en la localidad bonaerense de José León Suárez.
Ante esto, la fiscalía pidió a la presidenta Lucila Larrandart que ordene el traslado del ex intendente de Escobar al hospital de la cárcel de Ezeiza, donde podría seguir su tratamiento y quedar garantizada su asistencia al proceso, algo que deberán resolver los jueces.
“Ese sábado 19 de febrero estábamos por volver a la quinta y mi mamá nos dijo ‘se lo llevaron, está en la comisaría de Escobar secuestrado’. Yo le dije ‘cómo si está secuestrado sabemos que está ahí’, y ella dijo que había mandado notas y en las notas decía que se lo había llevado Patti”, explicó Juana Muñiz Barreto, quien en ese entonces tenía 15 años y que el 6 de marzo de 2007, a 30 años del accidente fraguado, abrió e impulsó la causa penal por el crimen de su padre.
La testigo era la hija más grande de tres hermanos que tuvo Muñiz Barreto con su ex esposa, de quien se había separado poco antes del golpe de Estado de 1976.
Durante una hora declaró ante los jueces y se ocupó de ratificar con hechos independientes entre sí, y en base a su propia investigación de lo ocurrido, el testimonio escrito que dejó el ex secretario Fernández a un escribano amigo en Buenos Aires antes de partir clandestinamente a España, tras haber sobrevivido al falso accidente donde murió Muñiz Barreto.
Fernández, un ex rugbier, pudo salir del automóvil Fiat 128 ranchero del ex diputado, arrojado al agua en un río en Gualeguay, porque no le hizo efecto una inyección que sus secuestradores aplicaron a ambos para adormecerlos, tras haber estado secuestrados en el centro clandestino “El Campito” en Campo de Mayo.
Allí habían llegado tras pasar varios días en la comisaría de Escobar después de ser abordados por Patti en una carnicería, donde habían ido de compras con miras a un asado que Muñiz Barreto iba a preparar en una casaquinta que tenía en esta ciudad.
Según el testimonio de Fernández, fueron llevados a la seccional en el auto de Muñiz Barreto, que quedó estacionado enfrente durante varios días y luego ambos fueron subidos a ese mismo vehículo el 6 de marzo para ser arrojados al agua en Entre Ríos.
Desde la seccional, el ex legislador envió clandestinamente notas a su familia a través de familiares que visitaban otros detenidos. En una de ellas le pedía a una tía que le avisara “a Joe”, en referencia al ex ministro de Economía de la dictadura José Alfredo Martínez de Hoz, emparentado con la mujer, recordó su hija ante el tribunal.
“No nos enteramos por Fernández sobre Patti, nos enteramos por las notas que mi papá mandaba desde la comisaría, es muy importante que entiendan esto. Por eso cuando mi mamá denuncia en la Nunciatura el secuestro ya menciona a Patti y ellos dos todavía estaban desaparecidos”, agregó.
El testimonio escrito de Fernández permaneció años en el cajón del escribano y cuando salió a la luz se convirtió en una de las pruebas más importantes, ya que allí el secretario muerto en 1985 refirió en detalle todo lo ocurrido desde la detención ilegal hasta su detención en una comisaría entrerriana tras escapar del auto hundido donde quedó el cuerpo de Muñiz Barreto.
Además de la hija del ex legislador y ex funcionario del gobierno de Onganía, declaró este jueves una prima del ex secretario, Ana María Larrauldi, quien reveló haberlo visitado en esa seccional y haber escuchado de Fernández un relato de los hechos igual al que hizo más tarde por escrito y al que ya en democracia contó al actual secretario de Derechos Humanos de la Nación y ex abogado de Muñiz Barreto, Eduardo Luis Duhalde, citado para la próxima semana.
Como temía por su vida y prefería estar detenido legalmente en la seccional entrerriana, Fernández fue el primero en hablar ante los efectivos que lo detuvieron del accidente de tránsito y quedó así imputado por “homicidio culposo”, pero en la visita de su madre ya fallecida junto a Larrauldi les contó la verdad “sentado en un banquito de la comisaría”, dijo esta última.
“Con mi papá se ensañaron por su condición social”, afirmó Muñiz Barreto al recordar que su padre había hecho un “viraje ideológico de la derecha a la juventud peronista” para pasar de ser funcionario en la dictadura de Juan Carlos Onganía a la militancia en la JP, donde integró el grupo de diputados echados de Plaza de Mayo por el entonces presidente Juan Domingo Perón.
“Desde 1973, ‘74 fuimos muy perseguidos. Mi padre denunciaba en solicitadas a grupos económicos por corrupción, pasamos a ser un blanco muy identificable. En 1975 se fue a Africa pero volvió, decía que no tenía por qué irse, decía que estos militares no lo iban a echar de su país”, recordó la hija.
Tras la confirmación de la muerte “nos trataban como a los hijos del terrorista, nos perseguían, mi hermano de nueve años andaba con el cepillo de dientes en el bolsillo por las dudas”, recordó.

La hija del asesinado ex diputado nacional del PJ Diego Muñiz Barreto afirmó este jueves que su padre fue secuestrado por el ex subcomisario Luis Patti en Escobar, en febrero de 1977, junto a su secretario y chofer Juan José Fernández, y que luego lo mataron represores de Campo de Mayo en un simulacro de accidente automovilístico en Entre Ríos.

“Siempre supimos que fue Patti”, ratificó Juana Muñiz Barreto al declarar en un largo y emotivo testimonio, por momentos entre llantos, y que incluyó muchos detalles de la vida personal y política su padre.

El Tribunal Oral Federal 1 de San Martín juzga por una decena de delitos de lesa humanidad a Patti, al ex dictador Reynaldo Bignone, al ex general Santiago Omar Riveros y al ex comisario de Escobar Juan Fernando Meneghini.

En este tramo del juicio, dedicado al secuestro y asesinato de Muñiz Barreto, se incorporó un nuevo acusado, el ex oficial del Ejército Martín Rodríguez, quien según declaró por escrito antes de morir exiliado en España el ex secretario del legislador, estuvo en ese centro clandestino de detención y fue uno de los torturadores de ambos.

Patti volvió a estar ausente porque, según se informó al Tribunal, sufrió un pico de presión cuando estaba por ser trasladado desde la clínica privada Fleni y por eso los médicos resolvieron derivarlo a la guardia del lugar, pese a que este lunes se ordenó que siga compareciendo al juicio en la localidad bonaerense de José León Suárez.

Ante esto, la fiscalía pidió a la presidenta Lucila Larrandart que ordene el traslado del ex intendente de Escobar al hospital de la cárcel de Ezeiza, donde podría seguir su tratamiento y quedar garantizada su asistencia al proceso, algo que deberán resolver los jueces.

“Ese sábado 19 de febrero estábamos por volver a la quinta y mi mamá nos dijo ‘se lo llevaron, está en la comisaría de Escobar secuestrado’. Yo le dije ‘cómo si está secuestrado sabemos que está ahí’, y ella dijo que había mandado notas y en las notas decía que se lo había llevado Patti”, explicó Juana Muñiz Barreto, quien en ese entonces tenía 15 años y que el 6 de marzo de 2007, a 30 años del accidente fraguado, abrió e impulsó la causa penal por el crimen de su padre.

La testigo era la hija más grande de tres hermanos que tuvo Muñiz Barreto con su ex esposa, de quien se había separado poco antes del golpe de Estado de 1976.

Durante una hora declaró ante los jueces y se ocupó de ratificar con hechos independientes entre sí, y en base a su propia investigación de lo ocurrido, el testimonio escrito que dejó el ex secretario Fernández a un escribano amigo en Buenos Aires antes de partir clandestinamente a España, tras haber sobrevivido al falso accidente donde murió Muñiz Barreto.

Fernández, un ex rugbier, pudo salir del automóvil Fiat 128 ranchero del ex diputado, arrojado al agua en un río en Gualeguay, porque no le hizo efecto una inyección que sus secuestradores aplicaron a ambos para adormecerlos, tras haber estado secuestrados en el centro clandestino “El Campito” en Campo de Mayo.

Allí habían llegado tras pasar varios días en la comisaría de Escobar después de ser abordados por Patti en una carnicería, donde habían ido de compras con miras a un asado que Muñiz Barreto iba a preparar en una casaquinta que tenía en esta ciudad.

Según el testimonio de Fernández, fueron llevados a la seccional en el auto de Muñiz Barreto, que quedó estacionado enfrente durante varios días y luego ambos fueron subidos a ese mismo vehículo el 6 de marzo para ser arrojados al agua en Entre Ríos.

Desde la seccional, el ex legislador envió clandestinamente notas a su familia a través de familiares que visitaban otros detenidos. En una de ellas le pedía a una tía que le avisara “a Joe”, en referencia al ex ministro de Economía de la dictadura José Alfredo Martínez de Hoz, emparentado con la mujer, recordó su hija ante el tribunal.

“No nos enteramos por Fernández sobre Patti, nos enteramos por las notas que mi papá mandaba desde la comisaría, es muy importante que entiendan esto. Por eso cuando mi mamá denuncia en la Nunciatura el secuestro ya menciona a Patti y ellos dos todavía estaban desaparecidos”, agregó.

El testimonio escrito de Fernández permaneció años en el cajón del escribano y cuando salió a la luz se convirtió en una de las pruebas más importantes, ya que allí el secretario muerto en 1985 refirió en detalle todo lo ocurrido desde la detención ilegal hasta su detención en una comisaría entrerriana tras escapar del auto hundido donde quedó el cuerpo de Muñiz Barreto.

Además de la hija del ex legislador y ex funcionario del gobierno de Onganía, declaró este jueves una prima del ex secretario, Ana María Larrauldi, quien reveló haberlo visitado en esa seccional y haber escuchado de Fernández un relato de los hechos igual al que hizo más tarde por escrito y al que ya en democracia contó al actual secretario de Derechos Humanos de la Nación y ex abogado de Muñiz Barreto, Eduardo Luis Duhalde, citado para la próxima semana.

Como temía por su vida y prefería estar detenido legalmente en la seccional entrerriana, Fernández fue el primero en hablar ante los efectivos que lo detuvieron del accidente de tránsito y quedó así imputado por “homicidio culposo”, pero en la visita de su madre ya fallecida junto a Larrauldi les contó la verdad “sentado en un banquito de la comisaría”, dijo esta última.

“Con mi papá se ensañaron por su condición social”, afirmó Muñiz Barreto al recordar que su padre había hecho un “viraje ideológico de la derecha a la juventud peronista” para pasar de ser funcionario en la dictadura de Juan Carlos Onganía a la militancia en la JP, donde integró el grupo de diputados echados de Plaza de Mayo por el entonces presidente Juan Domingo Perón.

“Desde 1973, ‘74 fuimos muy perseguidos. Mi padre denunciaba en solicitadas a grupos económicos por corrupción, pasamos a ser un blanco muy identificable. En 1975 se fue a Africa pero volvió, decía que no tenía por qué irse, decía que estos militares no lo iban a echar de su país”, recordó la hija.

Tras la confirmación de la muerte “nos trataban como a los hijos del terrorista, nos perseguían, mi hermano de nueve años andaba con el cepillo de dientes en el bolsillo por las dudas”, recordó.

Durante la jornada también declaró Robert Cox, ex director del Buenos Aires Herald, quien contó que publicó la desaparición del diputado Diego Muñiz Barrosa tras recibir a la esposa en el diario. El Herald fue el único medio que contó este secuestro de Escobar y que nombró a Patti.

El Tribunal Oral Federal Nº 1 de San Martín dispuso que el proceso se reanude el 29 de noviembre próximo, donde se continuará con la declaración de testigos.

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