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Chicos de otras instituciones de la ciudad fueron invitados para participar de la inauguración de la cancha verdinegra.
Desde su anuncio pasaron más de 16 meses, la obra llevó más tiempo -y dinero- de lo previsto, pero finalmente el Club Independiente de Escobar ya tiene terminada su flamante cancha de fútbol con césped sintético, que fue inaugurada el sábado a la mañana.
Para el estreno la institución organizó, a través de la escuela de fútbol que coordina Diego Bianchini, encuentros amistosos junto a sus pares de Bolagama Center y Fair Play. Los chicos de todas las categorías jugaron partidos usando el espacioso lugar en forma horizontal. Así entraron tres canchas de 7 para que nadie se quede sin participar. Los padres presenciaron el evento y alentaron a sus hijos.
“Finalmente se concretó, llevó bastante tiempo por la falta de dinero, la minidevaluación que hubo nos afectó bastante y con el aporte de algunos socios que han prestado dinero se pudo terminar. Esperemos que dé el resultado que uno piensa”, le contó el presidente del club, Osvaldo Curzi, a EL DIA de Escobar y El Deportivo TV horas antes de la inauguración del predio.
Para dar una referencia de la erogación que tuvo que hacerse para finalizar el proyecto, el dirigente escobarense señaló que la carpeta que se hizo debajo de la alfombra costó “cerca de 750 mil pesos”. “Lo bueno es que las cuotas se firmaron en 2013 y fueron fijas y en pesos, sino hoy no la podríamos hacer”, se sinceró.
La idea de la cancha surgió la temporada pasada, cuando el mal clima hacía que las clases de la escuela de fútbol se suspendieran reiteradamente por el barro que quedaba en la cancha original. Así se dio el primer paso para la concreción de la alfombra sintética. “Hoy los padres de los 250 chicos de la escuelita están contentos por lo linda que quedó la obra”, afirma el presidente.
Los chicos de la escuela de fútbol infantil que dirige Diego Banchini vivieron un día especial y festejaron a lo grande.
La superficie cubierta con el césped es de 74 por 50 metros. Además, los arcos más chicos -que van de lateral a lateral- son plegables y movibles, lo que simplifica su traslado y desarme.
“Ahora nos faltan las torres de iluminación, tenemos que colocar un nuevo pilar de luz porque la energía eléctrica no da a basto, pero ya se puede disfrutar”, agregó Curzi, orgulloso por la obra finalizada.
La cancha será usada por la escuela, los socios del club y podrá alquilarse para jugar partidos. Mientras tanto, se resembrará la cancha contigua, de césped natural, para que quede en condiciones nuevamente tras el intenso uso que tuvo en este último año.
La superficie cubierta con el césped es de 74 por 50 metros. Además, los arcos más chicos son plegables y movibles.
Por Javier Rubinstein
