Inexperto en el mundo de la política pero sumamente conocido en Belén de Escobar, el 10 de diciembre Gabriel Petitti (50) llegará al Consejo Escolar de la mano del frente vecinal que encabezó su sobrino Leandro Costa como candidato a concejal.
Su curriculum habla por si sólo: más de 26 años como profesor de voley en el Club Italiano de Escobar (CITES), 25 como profesor de Educación Física en el colegio Dante Alighieri y otros 18 en la Escuela Nº17 de Villa Saboya, además de conducir desde hace 14 temporadas la colonia de vacaciones del club de la colectividad.
A muy poco de asumir en la función pública, Petitti habló con EL DIA de Escobar y trazó un pantallazo de su mirada sobre el panorama educativo actual, anticipó algunos de sus proyectos y afirmó que cada vez siente más ganas de ser consejero escolar. “Cuando encaro algo me meto de lleno en eso y la verdad es que me fui enganchando”, sostuvo.
Tiempo atrás, en una entrevista con DIA 32, expresaste que cuando te jubilaras querías colaborar con los bomberos y ser dirigente de Italiano. Todavía no te jubilaste, pero ya te involucraste en el mundo de la política y la función pública, ¿cómo se dio?
Nunca me llamó la atención incursionar en la política, aunque una vez, bajo la intendencia de Silvio González, me ofrecieron ser el director de Deportes. No agarré porque no aceptaron mis requerimientos para trabajar adecuadamente. En este caso, Leandro me llamó un domingo a las 10 de la mañana para juntarnos y me ofreció el cargo de consejero escolar.
Primero le dije que lo iba a pensar, porque no sabía de qué se trataba, y él me dijo que no me hiciera problema porque me iba a dar toda la información necesaria y me dio dos horas para contestarle, porque tenían que presentar las listas en La Plata. Al final terminé aceptando, principalmente porque es una persona joven, con ganas de trabajar honestamente y porque apoyo su proyecto de cara a 2015.
El tema del Consejo Escolar realmente no lo conocía, pero ya me estuve asesorando y empapando, porque cuando encaro algo me meto de lleno en eso, y la verdad es que me fui enganchando.
En líneas generales, ¿cómo ves el panorama de la educación en Escobar?
Con 25 años de docencia encima puedo decir, más allá de que si la escuela es linda o está toda rota, que hay buenos y malos maestros, y que lamentablemente los paros recurrentes terminan afectando a los alumnos y, por ende, a la educación toda.
El mal estado edilicio de muchas escuelas, vidrios rotos que no se cambian, techos con goteras que no se tapan. El tema de la comida, que a veces uno ve que es incomible y que cuando hacen para alimentar a 200 chicos y van 50 no se sabe a dónde va a parar ese resto. La cuestión de los que van, por ejemplo, a limpiar el tanque de agua y cobran dentro de un año. Hay muchas cosas para hacer y corregir.
¿Qué pensas hacer desde el Consejo para mejorar la situación?
Yo atacaría los problemas de base. Lo primero que pienso hacer es conformar un buen equipo de trabajo con mis colegas y realizar una planificación seria. Vamos a ver con qué me encuentro cuando llegue ahí.
Otra cosa que me gustaría hacer, porque lo considero necesario, es recorrer una por una las escuelas y tomar nota de sus necesidades. En 17 años de docencia en escuela pública jamás vi que un consejero viniera al colegio.Me parece una falencia gravísima. Creo que no es tan difícil hacer las cosas bien, y que si vas a una escuela a hacer un relevamiento y tres meses después regresas y está todo solucionado, la gente, además de subirte allá arriba, te va a respetar porque arreglaste la escuela. Eso es lo más importante para mí.
¿Cómo ves el funcionamiento del Consejo Escolar actual?
Hasta ahora todos los comentarios que me llegan son positivos, que hay buena gente y que son trabajadores. Pero yo también soy docente en escuela pública, así que algo conozco de las realidades.
Cuando mis colegas y compañeros de trabajo se enteraron que iba a agarrar el cargo me dijeron que estaba loco, que iba a ensuciar mi imagen, que es un ámbito corrupto y demás. Y yo les dije que iba a trabajar a un lugar sospechado pero que yo no soy sospechoso, y que si voy a trabajar a un ámbito donde hay cosas raras y no las puedo cambiar, me pego media vuelta y me voy para mi casa.
Van a ser seis consejeros de tres fuerzas políticas distintas, ¿cómo crees que será la convivencia?
A mí no me interesa si los demás consejeros son del Frente para la Victoria o de lo que sean. Más allá de estar agradecido con Leandro por confiar en mi y de decir orgulloso que llegué con la lista de él, yo me voy a plantar ahí y voy a trabajar para las escuelas. Creo que los consejeros no deben sentarse en los sillones y esperar que le traigan los problemas, deben pararse para ir a buscarlos y encontrarles la solución.
Además, me parece una equivocación grave pensar en los partidos políticos como algo rígido y cerrado a nuevas propuestas. Ahora, si yo llego a ver alguna chanchurria y encima me quieren involucrar, los voy a denunciar.
¿Cuál es tu objetivo de gestión en esta nueva etapa del Consejo?
En función de que es un ámbito muy sospechado, por ahí dentro de la armonía de trabajo que pretendo establecer, controlar que las cosas se hagan bien, porque si las cosas se hacen bien soy el primero en aplaudir y si las cosas se hacen mal soy el primero en criticar.
Mi otro objetivo primordial es armar un buen equipo de trabajo. Vos tenés la camiseta de Boca, vos la de River y yo la de San Lorenzo, bueno, les propongo que nos pongamos la de Argentina, que es la de las escuelas públicas, la de que le llegue bien la comida a los chicos, la de los negociados afuera.
¿Cómo vas a poder combinar tus trabajos en las escuelas y como entrenador de voley con estas nuevas responsabilidades públicas?
Poder seguir con el voley fue una de mis condiciones. Pero como yo entreno en el club a partir de las 18, no se me superpone con el horario del Consejo, que es a la mañana. En cuanto a las escuelas, mi carga horaria en la Nº17 de Villa Saboya la voy a trasladar directamente al trabajo en el Consejo, sin cobrar ni un peso más, ni un peso menos, y en la Dante Alighieri voy a seguir hasta que pueda.
¿Un mensaje final para la comunidad escobarense?
Agradecerles por votar a Leandro, porque eso es confianza y querer un cambio, porque las cosas van mal. Y lo que les puedo decir es que voy a trabajar y a dar todo lo que tengo en el Consejo Escolar, como lo hice y lo hago donde estoy. Mi trayectoria en Escobar es mi mejor carta de presentación.
Entrevista: Damián Fernández