Falleció “Niko” Tirelli, el pionero de la pizza cuadrada y por metro en Escobar

Era el comerciante de Escobar con más antigüedad en el rubro. Decía que su secreto era no vender caro y usar aceite de oliva. Dos de sus tres hijos siguen el legado.

«Niko», como todos llamaban a Alberto, estuvo más de 25 años al frente de su tradicional local de Tapia de Cruz.

A los 80 años, falleció este martes en su casa de Belén de Escobar uno de los comerciantes más antiguos y queridos de la ciudad, Alberto Nicolás Tirelli, dueño de la tradicionalísima pizzería “Niko”.

Inventor de la pizza cuadrada y por metro, Tirelli llevaba más de 35 años en el rubro. Oriundo de José C. Paz, su primera pizzería la tuvo en la zona de la terminal de Escobar: “Había una panchería, la compré y la puse ahí, estuve varios años. Yo amasaba y tenía un ayudante, era mucho sacrificio. Después me separé de mi socio y alquilé en Boca del Tigre. El local estaba arriba y lo modifiqué todo, me acuerdo que tenía horno a leña. También se vinieron mis hijos a trabajar conmigo”, recordaba hace poco más de un año en una entrevista.

El boca a boca en la ciudad fue creciendo y cada vez más escobarenses iban a comprar pizzas y empanadas en “Niko”. Los fines de semana el negocio empezó a llenarse y económicamente rendía muy bien. Por eso decidió buscar nuevos locales y así nacieron los dos que en la actualidad persisten, el de Tapia de Cruz al 500, y el salón de Hipólito Yrigoyen al 600, que suplantó al que hasta 2012 funcionaba sobre Asborno, a la misma altura, a cargo de dos de sus tres hijos. Ambos ubicados frente a la plaza San Martín, en sitios estratégicos de la ciudad.

Contrariamente a lo que la gran mayoría siempre pensó, el nombre del comercio no se debía a su creador sino a un nietito suyo. “Falleció hace muchos años y es en honor a él, a su recuerdo”, explicaba Tirelli.

La suya fue la primera pizzería en la zona y eso le jugó a favor, por trayectoria e historia. “Anda bien, me conocen mucho, se trabaja bien. Yo no puedo caminar por la calle porque me paran todos, imaginate. ¿Si me gusta el reconocimiento? Sí, pero yo no sé quién es el que me saluda, ¿cómo hago para conocer a tanta gente? Llevo 25 años en este mismo lugar, ¡mirá si habrán pasado clientes!”, decía.

Sobre la fórmula del éxito del local de Tapia, explicaba que se sabía a una suma de tres factores: “No vendo caro, las pizzas son cuadradas y uso aceite de oliva. Por todas esas cosas la gente vuelve. Uno le recomienda a otro y se van sumando”.

“En el negocio de mis hijos nunca hay lugar, fui hace poco al mediodía y no tenía mesa… Eso sí, nadie nos regaló nada eh”, contaba Tirelli, un emblema del comercio escobarense.

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