El puerto regasificador de Escobar recibirá 22 cargamentos de GNL para el invierno

Los buques metaneros llegarán entre mayo y agosto y totalizarán 1.200 millones de metros cúbicos. Es un tercio menos que el año pasado, aunque no se descarta que haya más importaciones en función de la demanda invernal.

Inversión. IEASA gastará 290 millones de dólares en la importación de GNL, un 48% menos que en 2018.

Los buques metaneros llegarán entre mayo y agosto y totalizarán 1.200 millones de metros cúbicos. Es un tercio menos que el año pasado, aunque no se descarta que haya más importaciones en función de la demanda.

De cara al invierno, con la llegada de días cada vez más fríos y un crecimiento pronunciado de la demanda, el puerto regasificador de Belén de Escobar volverá a operar durante los próximos cuatro meses, en los que recibirá 22 cargamentos de Gas Natural Licuado (GNL) provenientes del exterior.

La compañía estatal Integración Energética Argentina (IEASA) -ex ENARSA- licitó en febrero y marzo la importación de más de 1.200 millones de metros cúbicos, que le costarán al Estado 290 millones de dólares.

Serán provistos por barcos de la empresa estadounidense Cheniere (6 unidades), la británica BP (5), las suizas Trafigura (4) y Gunvor (1), la angloholandesa Shell (3) y la brasileña Petrobras (3). Cada uno de ellos transportará 57 millones de metros cúbicos de GNL.

Los cargamentos comenzarán a arribar al buque Exemplar a partir del 12 de mayo y lo harán, en principio, hasta el 25 de agosto.

Con la partida del buque regasificador que estaba instalado en la localidad de Ingeniero White, en el partido de Bahía Blanca, todas las importaciones de GNL pasarán por la embarcación amarrada en el kilómetro 70 del río Paraná de las Palmas desde 2011, cuya llegada causó polémica y su presencia aún genera rechazo en gran parte de la comunidad escobarense.

No obstante, con el auge de la producción gasífera proveniente de Vaca Muerta, en la provincia Neuquén, y la baja en la demanda, la cantidad de cargamentos que desembarcan a orillas del Paraná se redujo un 35% con respecto al año pasado (34 unidades).

El total de metros cúbicos transportado desde el extranjero bajó alrededor del 33% en el mismo período (1.889 millones de metros cúbicos, entre abril y septiembre del año pasado). Lo mismo ocurrió con la inversión, que disminuyó un 48% (de 568 millones de dólares a 290).

Sin embargo, según comentaron fuentes allegadas a la compañía, dependiente de la Secretaría de Energía de la Nación, se espera que haya más licitaciones a futuro, a medida que avance el invierno y se precise la demanda. Mientras tanto, el gobierno también seguirá importando el combustible desde Bolivia y Chile.

Por Alejo Porjolovsky

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