El fuego consumió por completo un aserradero de la avenida San Martín

Más de 40 bomberos combatieron las llamas durante horas. Dos sufrieron principio de asfixia.

Una maderera de la avenida San Martín, en Belén de Escobar, fue literalmente consumida por las llamas de un voraz incendio que se desató este miércoles a la madrugada, por causas que aún no se determinaron.
El ígneo comenzó minutos antes de la hora 3 y fue notificado al cuartel de bomberos voluntarios desde la comisaría 1ra. En total, quince dotaciones de esta localidad y varias aledañas -Maschwitz, Garín, Savio, Matheu, Pilar y Benavídez- debieron concurrir al predio de la avenida San Martín y calle Almafuerte, donde la magnitud del siniestro se tornó compleja de resolver.
A causa del denso humo, dos efectivos bomberiles sufrieron principio de asfixia. Uno de ellos permanecía internado durante el día en un sanatorio de la ciudad, mientras que el otro fue dado de alta a las pocas horas.
Además, dos casas vecinas debieron ser evacuadas por los socorristas, ante el latente peligro de que las lenguas de fuego se extendieran más allá del ardiente perímetro del aserradero, perteneciente al comerciante Pablo Muñoz.
Los trabajos de los bomberos se prolongaron hasta las 7 de la mañana. También se hicieron presentes efectivos de Defensa Civil, Prevención Comunitaria, Emergencias Médicas y de la comisaría.
Todas las instalaciones de la Maderera Muñoz fueron dañadas por el fuego.

Todas las instalaciones de la Maderera Muñoz fueron dañadas por el fuego.

Una maderera de la avenida San Martín, en Belén de Escobar, fue literalmente consumida por las llamas de un voraz incendio que se desató este miércoles a la madrugada, por causas que aún no se determinaron.

El ígneo comenzó minutos antes de la hora 3 y fue notificado al cuartel de bomberos voluntarios desde la comisaría 1ra. En total, quince dotaciones de esta localidad y varias aledañas -Maschwitz, Garín, Savio, Matheu, Pilar y Benavídez- debieron concurrir al predio de la avenida San Martín y calle Almafuerte, donde la magnitud del siniestro se tornó compleja de resolver.

A causa del denso humo, dos efectivos bomberiles sufrieron principio de asfixia. Uno de ellos permanecía internado durante el día en un sanatorio de la ciudad, mientras que el otro fue dado de alta a las pocas horas.

Además, dos casas vecinas debieron ser evacuadas por los socorristas, ante el latente peligro de que las lenguas de fuego se extendieran más allá del ardiente perímetro del aserradero, perteneciente al comerciante Pablo Muñoz.

Los trabajos de los bomberos se prolongaron hasta las 7 de la mañana. También se hicieron presentes efectivos de Defensa Civil, Prevención Comunitaria, Emergencias Médicas y de la comisaría.

Las causas del voraz incendio aún no fueron determinadas fehacientemente.

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