Diversión prohibida: Clausuran tres fiestas privadas en El Cazador y Maschwitz

Dos eran en casaquintas del barrio El Cazador y la otra en Maschwitz, con venta de entradas. Había cientos de adolescentes y fueron promocionadas por las redes sociales, pero no tenían autorización municipal. Intervinieron inspectores y policías.

Desconcentración. Los jóvenes se retiraron de las fiestas con bronca pero sin producir altercados.

Había cientos de adolescentes y fueron promocionadas a través de las redes sociales, pero no tenían autorización municipal. Intervinieron inspectores y policías, a partir de denuncias de vecinos por ruidos molestos.

Todos los veranos sucede más o menos lo mismo. Especialmente en los últimos días de diciembre, donde se organizan fiestas privadas para despedir el año que terminan suspendiéndose a poco de haber comenzado, por lo general a partir de denuncias vecinales por ruidos molestos que desembocan en la intervención municipal y policial. Este fin de semana hubo tres casos en menos de 24 horas.

Durante la madrugada del domingo se realizaron dos fiestas clandestinas en casaquintas del barrio parque El Cazador, en Belén de Escobar. Ambas terminaron igual: clausuradas. Una en un domicilio de la calle Spilimbergo al 300 y otra en la intersección de Irupé y El Ceibo.

Personal del Comando, del Destacamento y de la Dirección de Inspección General tomaron cartas en el asunto a partir de quejas de vecinos por el fuerte volumen de la música. A los responsables de esas fincas les labraron sendas contravenciones, por ruidos molestos y por organizar un evento sin autorizaron municipal.

Lo mismo pasó el viernes a la noche en Ingeniero Maschwitz con una «pool party» -fiesta con pileta- que se promocionó a través de las redes sociales con venta de entradas anticipadas. Fue en una casaquinta de la calle Tucumán, entre Belgrano y Saavedra.

Efectivos de la comisaría Escobar 2da, de la Policía Local y de Prevención Comunitaria, junto a inspectores municipales, intervinieron para ponerle fin a la diversión, desalojar el predio y sancionar a su titular por ruidos molestos y venta de entradas para un evento no autorizado.

En ningún caso se produjeron altercados, según consignaron fuentes consultadas por El Día de Escobar, y los cientos de adolescentes que participaban de estas convocatorias se retiraron de manera tranquila.

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