Crueldad total: adoptó una minipig como mascota, la mató y la comió con amigos

La pequeña cerda había sido criada durante tres años por una familia que ya no podía seguir haciéndose cargo de ella. Un vecino de Maschwitz se ofreció a cuidarla, pero fue un engaño. Lo denunciaron penalmente.

La pequeña cerda había sido criada durante tres años por una familia que ya no podía seguir con ella. Un vecino de Maschwitz se ofreció a cuidarla, pero no lo hizo. Lo denunciaron penalmente.

Un caso de extrema crueldad se dio a conocer y se hizo viral durante los últimos días en las redes sociales, donde un vecino de Ingeniero Maschwitz fue acusado de haber adoptado como mascota a una minipig a la que después mató para comerla con amigos.

Los minipigs son pequeños cerditos que en los últimos años se instalaron como tendencia para tenerlos como mascotas por su aspecto, sociabilidad y simpatía. Necesitan lugares amplios porque son inquietos y llegan a pesar 100 kilos. Viven más de dos décadas y se dice que tienen una inteligencia comparable a la de un niño de cinco años.

La protagonista de esta historia es Roma, una simpática cerdita de 3 años que desde bebé era criada amorosamente por Mariela Stamboulis y su familia. Incluso crearon una cuenta de Instagram (the.minipig_roma) donde publicaban sus hábitos, aventuras y sus interacciones con otros animales. Pero después de una mudanza sus dueños ya no podían conservarla por falta de espacio; así que decidieron darla en adopción para que tenga una vida mejor.


Fue así que un vecino de Ingeniero Maschwitz, a través de las redes sociales, contactó a la familia manifestándose interesado en cuidar de la mascota. Con aparentes buenas intenciones, Facundo Medina le dijo a Stamboulis que él y sus hijas deseaban recibir a Roma para jugar con ella, cuidarla y tratarla como a un miembro más de la familia.

Además, aseguró contar con un lugar adecuado para la crianza y le mostró fotos de su espaciosa casa, ubicada en un barrio cerrado de Maschwitz.

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Así las cosas, el pasado jueves 5 Medina pasó a buscar a Roma por la casa de la mujer, en General Pacheco. Ella afirmó haber corroborado con las fotos que el ambiente para la cerdita era propicio y sintió que el adoptante era una persona confiable.

Ese mismo día, el hombre llevó a la minipig en su camioneta hacia el que sería su nuevo hogar. Cuando subió con el animal al vehículo, sacó una selfie y la publicó en sus redes sociales:“Con la chanchiii”, escribió.

Después, mandó a la familia original un video de Roma jugando con dos nenas. Stamboulis se quedó tranquila, confiando que estaba en buenas manos. Sin embargo, más tarde el panorama cambió por completo.

En los grupos de venta y cuidado de minipigs empezaron a alertar sobre este hombre, acusándolo de haber fingido interés por la mascota para después matarla y comerla en un asado. Antes había circulado un audio de WhatsApp donde un conocido de Medina decía: «Me contó que recién llegó de llevar la chancha. Ya prendió el fuego. Qué guanaco, qué maldito. No lo hubiese agarrado. Lo hubiese dejado con la dueña. Pobrecita».

De acuerdo a las versiones que trascendieron, Roma habría roto el corral donde la tenían resguardada y eso enfureció a su adoptante. Disgustado con la situación, en vez de avisarle a la familia que se la había entregado y eventualmente devolverla, se la dio a un vecino para que la sacrificara y la cocinara, con la condición de que le diera una parte para consumirla.

Cuando se enteró, la mujer contactó a Medina para preguntarle sobre la cerdita. Aunque al principio él evadió todas las preguntas, después dijo que se la había dado a una persona porque no la podía cuidar más y finalmente le ratificó lo peor al afirmar: “La chancha está en otro plano”, según reveló Stamboulis, angustiada.

Escrache viral y desmentida

El caso fue difundido en las redes sociales, donde hubo un fuerte repudio pidiendo justicia por la mascota. Las acusaciones y el rostro de Medina se viralizaron; también se supo que se dedica a obras de ingeniería y que trabaja en una empresa de construcciones en seco ubicada en General Pacheco.

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Cuando el tema tomó conocimiento público, el acusado ensayó una extraña defensa: «Yo no tengo nada que ver. Es un error informático” (sic). Además, aseguró: “Un estudio de abogados especializado en delitos informáticos está accionando en el caso contra todas las amenazas informáticas que estamos recibiendo yo y mi familia”. También negó que hubiera adoptado a Roma, a pesar de que en sus cuentas había publicado la foto con ella.

Denuncia penal

El activista animal argentino Fernando Pieroni, que convive con dos minipigs rescatados, confirmó que ya hay una denuncia penal realizada por el abogado Alfredo Carrillo. La misma se encuadra dentro de la ley 14.346 por maltrato animal y averiguación de ilícito.

“Es terrible lo que hizo. Más allá de que se maten millones de cerdos, lo que hizo este tipo es de un gran cinismo. Era una chanchita preciosa, criada como un perro, y el tipo fue y la mató», señaló Pieroni. Además, añadió que harán una demanda civil por daños y perjuicios hacia la familia que la dio en adopción.

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