Malestar en aumento por el ensordecedor ruido que producen las termoeléctricas

Vecinos de Matheu y Villa Rosa registraron con sus celulares el insoportable sonido que producen los motores de las usinas de APR y Araucaria. Afirman que se escucha a más de un kilómetro y denuncian que están funcionando sin autorización.

Contaminación sonora El ruido provocado por las usinas tiene a maltraer a los vecinos de los alrededores.

Vecinos de Matheu y Villa Rosa registraron el insoportable sonido que generan los motores de las usinas de APR y Araucaria. Afirman que se escucha a más de un kilómetro y que están funcionando sin autorización.

El conflicto por las dos centrales energéticas emplazadas en el límite entre Matheu y Villa Rosa sumó un nuevo capítulo. Ahora, los vecinos autoconvocados y ambientalistas salieron nuevamente a la calle para denunciar la contaminación sonora que está provocando el funcionamiento de las plantas.

La lucha estaba dormida, pero el ensordecer ruido de las turbinas de APR Energy y Araucaria Energy pareciera haberla despertado. Prueba de ello es la asamblea que el viernes pasado volvió a realizarse después de mucho tiempo en la intersección de la ruta provincial 25 con la calle Alborada, que divide los partidos de Pilar y Escobar.

El clima de la asamblea fue subiendo de temperatura hasta terminar con un piquete que impidió el ingreso de uno de los tantos camiones cisterna que habían desfilado a lo largo del día.

La bronca colectiva se reavivó esta semana, luego de que algunos vecinos filmaran con sus teléfonos celulares y subieran a las redes sociales varios videos con un denominador común: el ruido insoportable que generan las dos termoeléctricas cuando encienden sus motores y que se escucha en un radio de un kilómetro, según el comentario de muchos vecinos, algo que, en teoría, no debería estar pasando.

“No deberían funcionar porque todavía no tienen la habilitación, que es a nivel municipal. Pero para obtenerla tiene que estar avalado el cambio de zonificación, y para que esté avalado el cambio de zonificación, además, tienen que presentarse los resultados de los actos ambientales juntos, cosa que tenían por separado, y otras acciones tanto de ADA (Autoridad del Agua) como del OPDS (Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible). Y eso todavía falta”, explicó a El Día de Escobar la ambientalista Érica Hahn.

“Ellos están diciendo que son tareas de mantenimiento, pero nosotros sabemos que no es así, porque, inclusive, están haciendo propaganda en Internet de la energía que están brindando. Sospechamos que ambas plantas están funcionando y hay suficientes pruebas”, agregó la presidente de la Organización de Ambientalistas Autoconvocados.

Al mismo tiempo, aseguró que por la contaminación sonora que se está registrando “los vecinos están indignados, enojados y en pie de guerra”.

“Empezaron a llamar al OPDS, a filmar y a reactivar la lucha. Ayer fueron los del OPDS al barrio Los Pilares a tomar mediciones del ruido, pero no llevaron el decibelímetro. Hicieron un acta donde constataron que hay ruido, pero no se midió. Además, no está entregando el número del acta de las denuncias a los vecinos. Por supuesto, que lo hacen a propósito para decir que recibieron diez denuncias en vez de cientos”, concluyó Hahn, enojada por una situación que «ya habíamos advertido que iba a pasar».

A mediados de agosto, el intendente Ariel Sujarchuk le había enviado una nota a su par de Pilar Nicolás Ducoté pidiéndole que tome las medidas necesarias para mitigar los ruidos molestos generados por las centrales energéticas situadas en Villa Rosa, en el límite con Matheu. Evidentemente, ni ese pedido ni otras tantas acciones -mayormente judiciales- han tenido el peso suficiente para frenar algo que parece imparable.

Por Damián Fernández

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