Un dramático hecho ocurrió este jueves a la mañana en la estación de la localidad de Garín, cuando una mujer de 58 años que viajaba en un colectivo de la línea 228 se descompensó y perdió la vida.
La pasajera tenía 58 años, se llamaba Norma Romero y era vecina de Garín. Al parecer, habría sufrido un paro cardio respiratorio, aunque se desconoce si sufría alguna enfermedad preexistente.
Según distintas fuentes, el trágico episodio se desató cuando el interno 26 de la línea 228 llegaba a la estación Garín. Cuando la mujer se desvaneció, un policía que viajaba en el colectivo le realizó maniobras de RCP, a la espera de que llegara una ambulancia del SAME.
Cuando los socorristas llegaron continuaron el protocolo para tratar de reanimar a la mujer, pero todos los intentos fueron infructuosos.
En medio de la dramática escena, varios pasajeros cuestionaron que el colectivo no haya modificado su recorrido para llevar a la pasajera hasta la Unidad de Diagnóstico Precoz (UDP), ubicada del otro lado de la estación, a fin de que reciba una atención más inmediata.
Además de dos ambulancias del SAME, al lugar también asistieron efectivos de la Comisaría Escobar Tercera, Defensa Civil, Prevención Comunitaria y peritos de Policía Científica.
Testimonios de pasajeras
El lamentable suceso provocó mucha repercusión en las redes sociales, especialmente en la página de Facebook Letras de Garín, donde muchos vecinos expresaron sus sentimientos. Entre otros testimonios, dos mujeres que viajaban en ese colectivo dieron su versión de los hechos.
“Estuve en el colectivo y junto a otra señora estábamos auxiliando desde el principio a la pobre señora, que estaba realmente mal. Cuando le pedí que fuéramos en el colectivo a la UDP, el policía dio la orden al chofer de que no podía ir y tenía que esperar la ambulancia”, relató Pamela Blas.
“Después le dije ‘no tiene pulso’ y ahí empezó a hacerle RCP el policía. Fueron minutos eternos, tal vez pudo haberse hecho algo o no en la UDP. No lo sabremos. Después de la larga espera llegaron dos ambulancias, que hasta la camilla que trasladan a los pacientes estaba rota”, amplió.
Además, dijo que el personal del SAME llegó a los quince minutos del primer llamado. “Es una vergüenza que teniendo a la UDP y las ambulancias tan cerca tarden demasiado en un caso de emergencia”, cuestionó.
Otra pasajera, llamada Victoria Pacheco, comentó: “El SAME tardó una barbaridad en ir. Si no mal escuché, dos veces llamaron a la ambulancia porque la señora no daba más. El policía fue el primero en hacer RCP y estuvo un largo tiempo hasta que llegó la ambulancia”
“Algo que me pareció re feo fue que al chofer no lo dejaron llevarla al hospital siendo que estábamos del otro lado y a lo mejor se pudo haber hecho algo, porque la señora en un principio estaba consciente y durante la espera del SAME se desvaneció”, concluyó la vecina.