Con un empate sin goles ante Platense, Armenio cerró una temporada muy irregular

El equipo del barrio San Miguel no pudo despedirse con una alegría y estiró a ocho su racha de partidos sin ganar. Finalizó 15º, con 47 puntos, lejos de la pelea.

Ya clasificado al Reducido, el Calamar puso a varios juveniles, mientras que Armenio presentó algunos cambios.

Cuando faltaban ocho fechas para que termine el campeonato, Armenio sacaba cuentas y se ilusionaba con entrar en la pelea por el segundo ascenso. Pero tras aquella victoria por 1 a 0 sobre Estudiantes no ganó más. Fue como un embrujo, una maldición que lo hizo patinar justo en el sprint final: apenas sacó 5 puntos de 24, perdió 3 partidos y solo pudo convertir 2 goles.

El equipo dirigido por Eduardo González ni siquiera pudo maquillar su irregular campaña con una alegría en la última fecha. Contra un Platense clasificado al Reducido que puso en cancha varios suplentes, igualó sin goles y se despidió del torneo con una mueca de fastidio.

Poco y nada dejó el encuentro disputado este domingo al mediodía en Vicente López, entre un local que jugó un poco mejor pero que tampoco acumuló muchos méritos para romper la paridad inicial.

Armenio cerró con una pálida imagen su participación en una temporada donde insinuó estar para mucho más que un 15º puesto y una magra cosecha de 47 puntos.

Ahora llegará el tiempo de barajar y dar de nuevo, de ver quiénes se quedan, quiénes se van y quiénes pueden venir. La revancha está a la vuelta de la esquina: después del Mundial se jugará un torneo que otorgará cuatro ascensos al Nacional B y el sueño volverá a comenzar.

Fotografía: Platense a lo Ancho

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