El vehículo en el que había salido de su casa no estaba en el lugar donde fue hallado electrocutado. Esto abonaría la hipótesis de un posible robo. Como es una zona rural, en el lugar no hay cámaras de seguridad.
La muerte de Edgar Joel Cancino Vera sigue generando tristeza, dolor y muchos interrogantes entre sus familiares y amigos, que con el correr de las horas intentan entender qué pasó en la madrugada del miércoles, desde que fue visto con vida por última vez en Escobar y la posterior aparición de su cuerpo electrocutado en una zona rural del partido de Pilar.
El joven escobarense, de 24 años, fue hallado entre los pastizales en el barrio Manzone de la localidad de Villa Astolfi. Tenía parte de su cuerpo quemado por una descarga eléctrica fulminante y se presume que perdió la vida al tomar contacto con cables de Edenor. Pero nadie entiende qué hacía ahí, cómo llegó y para qué; mucho menos, su trágico final.
Sus amigos y familiares iniciaron una búsqueda de testigos que puedan colaborar para esclarecer el hecho. “Cualquier persona que haya visto algo por zona (Villa Astolfi, Pilar) va a servir de ayuda», afirman en un pedido difundido a través de las redes sociales.
Simultáneamente, trascendieron algunos detalles de la investigación. Por ejemplo, que ese miércoles el joven salió de su casa de Belén de Escobar a la una de la madrugada. Lo hizo en su moto Honda Wave blanca, patente A141PVT. Antes de marcharse habría manifestado que se dirigía a una plazoleta ubicada en Ingeniero Maschwitz, según declaró su padre.
No obstante, en el momento del hallazgo del cuerpo la moto con la que había salido de su casa no estaba, por lo que la investigación apunta a dar con el rodado y con quien se lo habría llevado del lugar. Por tratarse de una zona no transitable, no hay cámaras de seguridad instaladas que hayan registrado lo ocurrido, según publicó Pilar a Diario.
Este elemento, que no se conocía en las primeras horas, abona la hipótesis de un posible robo, aunque también aporta más interrogantes a un caso tan doloroso como, hasta ahora, misterioso y desconcertante. Nadie entiende qué hacía Joel en ese lugar ni mucho menos por qué podrían haberlo matado, aunque la investigación tampoco descarta la posibilidad -en apariencia cada vez más improbable- de un suicidio.
La causa está a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción Nº4 de Pilar y fue caratulada “averiguación de causales de muerte”.
La operación de autopsia se llevaría a cabo este viernes en la morgue de San Fernando. A quien pueda aportar información sobre el caso, la familia pide que se comunique al 348-4505156.
Fogonazos y un cuerpo calcinado
El hallazgo del cuerpo de Joel ocurrió pasadas las 4 de la madrugada del miércoles en la calle Lauría, en un lugar no transitable. Un matrimonio que habita en una vivienda ubicada en las cercanías advirtió, luego de un corte de luz, fogonazos provenientes del pilar de electricidad, distante a varios metros de su casa, teniendo en cuenta que se trata de un predio rural de grandes dimensiones.
Al acercarse al lugar, constataron la presencia de un joven fallecido que presentaba el rostro quemado. Según fuentes policiales, en una de las manos tenía signos de una fuerte descarga eléctrica, la cual tuvo salida en la zona de la axila y el omoplato.
Pese a que la víctima no llevaba documentación personal, en averiguaciones posteriores se constató que se trataba de Edgar Joel Cancino Vera, de 24 años, con domicilio en la calle Asborno 274, a tres cuadras de la plaza principal de Belén de Escobar. Según trascendió, trabaja o habría estado trabajando hasta hace poco como mensajero en un local de Mc Donald’s.
En su biografía de Facebook dice que estudiaba licenciatura en Relaciones del Trabajo en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires y que su anterior domicilio era en el Maschwitz Country Club.
Desde un primer momento comenzaron a manejarse varias hipótesis. Inicialmente se intentó determinar si la víctima manipuló los cables de forma intencional o si se trató de un accidente. Está confirmado que la explosión original tuvo lugar en el medidor.
Horas después, personal de la empresa Edenor estableció que la red eléctrica del lugar resulta ser trifásica (380 voltios), lo que hace suponer que el joven murió tras tomar contacto con la electricidad, de manera intensa y fugaz. Sin embargo, cómo y por qué llegó hasta allí son algunas de las preguntas que todavía no encuentran respuesta.
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