La entidad financiera concentró la atención de sus clientes en la sede de la avenida 25 de Mayo. En la de calle Asborno solo siguen funcionando los cajeros automáticos y autoservicios.
Sin que mediara una comunicación pública u oficial, Banco Santander inició el proceso de cierre de la sucursal ubicada sobre la calle Asborno al 600, frente a la plaza principal de Belén de Escobar, donde está desde hace varias décadas.
La atención al público en ese edificio se discontinuó en los últimos días. Sobre la situación, la poca información que se conoce es la que la institución comunicó en un par de carteles colocados en el acceso a esa sucursal, que en julio ya no abrió sus puertas.
La escueta comunicación oficial da cuenta de que en ese edificio solo pueden realizarse operaciones en cajeros automáticos y terminales de autoservicio.
Para otras operaciones o trámites, la entidad invita a dirigirse a la sucursal que está en la avenida 25 de Mayo 1138, a tres cuadras de la entrada a la ciudad.
A pesar de la falta de información oficial, se sabe que la empresa de capitales españoles decidió una restructuración comercial que contempla el cierre de un centenar de las más de 400 sucursales que tiene en todo el país, algo que la Asociación Bancaria viene denunciando con marchas y medidas de fuerza.
En ese plan, hace exactamente dos años la institución cerró la sucursal que tenía sobre la avenida Villanueva al 1600, en la localidad de Ingeniero Maschwitz, y centralizó la atención de esos clientes en la sucursal que está en la entrada a la ciudad de Garín, sobre la avenida Belgrano al 1000.
Por lo pronto, la sucursal de la calle Asborno, en la que está hace tantos años -por entonces era Banco Río- que cuesta recordar qué había antes, pronto quedará vacía y ese edificio tendrá otro destino. Cuál será es la pregunta que muchos ya se hacen, pero la respuesta es una incógnita.
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