En una tarde que quedará registrada con letras mayúsculas en la historia de la institución, Deportivo Armenio festejó este sábado 3 su 50º aniversario con un acto cargado de emotividad y recuerdos, que además incluyó un anuncio muy celebrado: el club iniciará los trámites para inscribir el nombre del distrito en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Pasará a llamarse Deportivo Armenio de Escobar.
La decisión, anunciada por Noray Nakis durante el acto que se realizó en el acceso al sector de plateas, apunta a lograr una mayor identificación de los escobarenses con el club, que desde 1993 tiene su estadio en Ingeniero Maschwitz pero no ha conseguido insertarse en la comunidad.
Al explicar la idea, el presidente de Armenio no ahorró elogios hacia el intendente de Escobar y señaló que la institución tendrá una apertura total a las propuestas que provengan de él: “Desde que estamos acá pasaron cuatro intendentes, pero el único que entró al estadio fue Sandro Guzmán. Y quiero que haga de esta casa lo que quiera, que ponga gente que trabaje y colabore. Yo lo único que quiero es tener la conducción de la comisión directiva, porque el desgaste es demasiado”, explicó, casi resignado pero también entusiasmado por la nueva etapa que empieza en la vida del club.
Por su parte, el intendente Sandro Guzmán le devolvió los halagos a Nakis al destacar el “impresionante trabajo social” del club y sostuvo que el deseo de volver a la primera división “es un sueño que comienza desde hoy”.
Tras un intercambio de plaquetas, ambos posaron para los flashes con la remera especial por el cincuentenario, que el equipo lució por única vez en la victoria ante Dálmine por 2 a 0.
Previamente, el club distinguió a integrantes del plantel que hace 25 años logró el ascenso a la A y a otros ex jugadores que dejaron su huella marcada en la entidad.
Tarde inolvidable
El clima de fiesta se vivió desde mucho antes del partido, que empezó a las 16, con una espectacular presentación sobre la cancha de la murga maschwitzense Alma Murguera, y los chicos de las divisiones inferiores del club, que realizaron mosaicos con los colores de las banderas de Argentina y Armenia.
El marco en las tribunas también será una imagen difícil de olvidar para los habitués al estadio de la ruta 26. La platea estuvo colmada de punta a punta -incluso con una nutrida concurrencia de la visita-, la hinchada ocupó medio sector de la popular y hubo mucha gente detrás del alambrado.
En suma, unas mil quinientas personas vibraron con el clásico del norte, que finalmente quedó en manos del tricolor, como regalo inmejorable para un aniversario tan feliz y emotivo como promisorio.