Un proyecto ambiental creado por la Escuela Primaria Nº7 del barrio parque El Cazador, en Belén de Escobar, busca que los estudiantes sean “Los guardianes del cambio”, promoviendo acciones concretas para cuidar el ambiente y motivar a otras instituciones a sumarse.
Bajo ese lema, el colegio que lleva el nombre de Mariano Moreno realizó una jornada muy especial: la plantación de árboles nativos a orillas del arroyo Tajamar, como parte de un trabajo que comenzó en el aula y terminó con las manos en la tierra.
En total, los estudiantes colocaron 110 plantas nativas. Entre ellas, 30 ejemplares de la enredadera mariposera Tasi, 50 del árbol Pezuña de Vaca y 30 de la hierba Vara Dorada. La elección de estas especies es por su capacidad de adaptarse al entorno y contribuir a la recuperación del ecosistema local.
El objetivo del proyecto fue elaborar acciones reparadoras en el arroyo Tajamar, una fuente de agua local que atraviesa gran parte del partido de Escobar y que hoy padece los efectos de la contaminación antes de desembocar en el río Luján. El cauce se encuentra a 4,5 kilómetros de la institución, un entorno cercano y familiar para los chicos, que ahora lo miran con otros ojos.

La iniciativa nació de una observación cotidiana. “Todo comenzó cuando notamos un aumento de mosquitos y decidimos investigar por qué”, explican los docentes del establecimiento, que desde 1906 forma a generaciones de escobarenses con una fuerte base comunitaria y social.
Esa curiosidad inicial derivó en una investigación que reveló una realidad preocupante: la contaminación del arroyo había afectado la cadena trófica, reduciendo la población de anfibios, los principales depredadores de los mosquitos, y alterando el equilibrio natural del ecosistema.

Lejos de quedarse en el diagnóstico, los alumnos y alumnas, con la orientación de sus profesores, decidieron pasar a la acción. Crearon un vivero escolar de especies nativas, donde experimentaron el cultivo de árboles y plantas con sus propias manos.
Esos mismos ejemplares fueron los que llevaron a la jornada ambiental realizada la semana pasada, de la que participaron 63 alumnos de sexto año del turno tarde y cinco docentes.
Para esta experiencia, caminaron desde la escuela unos cuatro kilómetros y medio hasta llegar a la vera del arroyo Tajamar, a cien metros de la calle Florentino Parravicini.

Entre risas, barro y palas, los estudiantes compartieron una experiencia de aprendizaje única. Además, inventaron un cántico que invita a cuidar el medio ambiente: “Somos los guardianes del cambio, cambiamos el mundo y no lo contaminamos. Somos los guardianes del cambio, cambiamos el mundo y no lo contaminamos. Si tiras basura, júntala, ensucia el mundo y mata a los animales”, melodía que acompañaban con sus palmas.
“Queremos que más personas se sumen, que vean que no todo está perdido. Si todos hacemos algo, por pequeño que sea, podemos cambiar las cosas”, expresó a El Día de Escobar la docente Alejandra Ferreira, una de las impulsoras del proyecto.
“Los guardianes del cambio” se convirtió así en una lección viva de ciencia, ciudadanía y esperanza. Además, todo lo que investigan y aprenden en el aula lo comparten en sus redes sociales, a través de pequeños capítulos en los que cuentan la importancia del agua, la tierra y los arroyos, buscando que más personas se sumen al cuidado del ambiente.
 
 
					 








 





 
 
 





 
 
 
 
 
 
 
Hermoso proyecto! Siempre la escuela pública brindando respuestas a la comunidad. Felicitaciones a docentes comprometidos y alumnos interesados en el ambiente.
Que hermoso proyecto están haciendo!! Vamos los guardianes!!!