Tras casi cuatro décadas en el corazón de Belén de Escobar, bajó sus persianas la juguetería Rossier, un comercio entrañable para varias generaciones de vecinos. La noticia despertó una ola de nostalgia en redes sociales, aunque el negocio continuará con las ventas de manera virtual.
Ubicada sobre Rivadavia al 520, frente a la terminal de colectivos de la ciudad, Rossier fue durante años una parada obligada para quienes buscaban juguetes de calidad, atención personalizada y el ritual de elegir el regalo perfecto.
Desde 1987, sus vitrinas divertidas y coloridas, así como sus estanterías repletas, fueron testigo del paso del tiempo y de infancias que crecieron entre rastis, juegos de mesa, barbies y cochecitos.
Muchos vecinos aún evocan con cariño sus vidrieras llenas de color, los estantes repletos de muñecas, autitos y juegos de mesa, y la atención personalizada que caracterizaba al lugar. Para gran parte de la comunidad, fue mucho más que un comercio: fue un espacio de recuerdos compartidos y parte del paisaje cotidiano del casco céntrico.

Patricia Bellantonio, hija de los fundadores, sostuvo el negocio durante los últimos 29 años, tras el fallecimiento de sus padres. “Ellos abrieron Rossier con mucho esfuerzo. Cuando fallecieron, me hice cargo. Es un trabajo full time, pero me gusta ver generaciones que han pasado por acá y ahora traen a sus hijos a comprar juguetes”, contó, tiempo atrás, en una entrevista.
En las redes sociales, las repercusiones no tardaron en llegar al conocerse la noticia. “Era una juguetería de juguetes buenos, de marcas reconocidas. Ahí ibas cuando querías una Barbie de verdad, un Nenuco, un Lego”, recordó Angie Tomanelli, reflejando el sentir de muchos.
“Dios mío, ahí me compraron mi primer juguete. Qué tristeza, gracias por mi niñez”, escribió Xoana Guzmán. “Tengo un Darth Vader chiquito que compré ahí. Creo que fue la mejor juguetería que tuvo Escobar”, sumó Nahuel Godoy.
Otros apelaron a la reflexión. “Las jugueterías están quedando obsoletas. Para los chicos el foco cambió: ahora es la Play, el celular, la compu. Los tiempos cambian”, opinó Víctor, otro usuario de Facebook. Una mirada que pone en contexto una transformación más amplia: la del consumo cultural infantil.

En el local que ocupó durante tanto tiempo Rossier, ahora hay una galería comercial con locales de indumentaria y accesorios, que ya comenzó a recibir a sus primeros clientes.
Pero no todo es despedida, ya que el comercio continuará de manera online, a través de Instagram y Facebook, con entrega a domicilio. Aunque cerró físicamente, Rossier seguirá acompañando a las nuevas infancias escobarenses, con la misma magia de siempre, desde su tienda virtual.
Hola buenas noche yo trabajé en esa juguetería muy buena gente siempre muy agradecido x darme esa gran oportunidad de trabajar esa hermosa juguetería … Le mando un abrazo grande a Ezequiel y sus padres y toda la familia x ser parte de esa gran jugueteria …