Una de las construcciones más antiguas de la ciudad, con más de un siglo de historia, tiene las horas contadas. Se trata de la casona que está en la esquina de Estrada y Mitre, a una cuadra de la plaza central de Belén de Escobar, cuyo particular atractivo arquitectónico será demolido en los próximos días para erigir en ese lugar un edificio de departamentos.
Esta clásica casona perteneció a la familia Migoya, que en 2022 la vendió a través de una conocida inmobiliaria de la ciudad (Biglieri Propiedades). Entre los detalles más notables de este inmueble sobresalen sus ventanas altas y enrejadas, con marcos de hierro forjado de diseño ornamental, que reflejan un estilo sobrio pero elegante.
Su fachada, propia de los diseños de antaño, tiene molduras decorativas en los dinteles de las ventanas y en la cornisa superior, mostrando una influencia del estilo neoclásico. El inmueble cuenta una superficie aproximada de 500 metros cuadrados y en su patio interior tenía un molino.
Los escobarenses de toda la vida seguramente recordarán los distintos momentos y usos que atravesó esta propiedad, que décadas atrás llegó a tener sus paredes embadurnadas con graffitis y pintadas con aerosol. Cuando ese furor pasó y la repintaron, la edificación recuperó el encanto que, hasta ahora, le dio un toque de especial distinción a esa esquina.

Hace pocos años, en una parte de ese inmueble, del lado de la calle Estrada, funcionó una perfumería. Mucho antes, supo ser un boticario.
Después de su venta había trascendido la posible construcción de un edificio de departamentos. Pero el proyecto quedó detenido, aparentemente por diferencias entre los inversores, según pudo saber en su momento El Día de Escobar. Sin embargo, ahora se reflotó y en el transcurso de esta semana comenzó la colocación del cerco de obra, un paso previo a la demolición de la tradicional casona.
De esta manera, ante la ausencia de una normativa local que proteja las construcciones históricas, la ciudad se encamina a perder otro valioso patrimonio arquitectónico, símbolo de la identidad del pueblo que hace tiempo dejó de ser.
En nombre del negocio y la rentabilidad inmobiliaria, los tesoros edilicios de la ciudad siguen extinguiéndose para dar lugar a nuevas construcciones que borran las huellas del pasado, como si no tuvieran ningún valor o como si conservarlos careciera de algún sentido.

El proyecto del edificio
El edificio que se construirá en la esquina de Estrada y Mitre es un proyecto inmobiliario del estudio de arquitectura de Pablo Sangiuliano, un profesional escobarense que, además, desde 2018 es el presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios. Este medio intentó contactarlo para conocer en detalle el emprendimiento, pero no obtuvo respuesta.
No obstante, consultando otras fuentes, El Día de Escobar pudo saber que el proyecto contempla la construcción de un edificio de 4 pisos, que contara con un local comercial, veinte departamentos y oficinas. La superficie a construir es de 1.763 metros cuadrados, de los cuales 1.428 m2 se destinarán a viviendas multifamiliares. En total, serán 9 departamentos de 2 ambientes y 6 departamentos de 3 ambientes.

Por otra parte, tendrá cinco oficinas administrativas que ocuparán 321 m2, mientras que los dos locales comerciales que se construirán en la planta baja tendrán un espacio de 271 metros cuadrados. Se supone que también se contemplará un sector para cocheras, aunque las fuentes consultadas no proporcionaron esa información.
La obra no tiene plazo de ejecución -o al menos no se conoce-, pero por otros casos similares, ya que en la ciudad hay ejemplos de sobra, es dable estimar que la construcción del edificio podría llevar entre 18 y 24 meses.