El empresario y presidente del MID en Escobar reveló su intención de “pelear por la Intendencia” en 2023. Además, tomó distancia del ex senador y actual concejal Roberto Costa: “Es un liderazgo que no nos representa”, sentenció.
Mariano Castagnaro ya tiene puesta la mente en 2023. En las últimas elecciones legislativas, su hermano Diego renovó como concejal de Juntos, tras haber enfrentado en las primarias a Roberto Costa. Ahora, el desafío es consolidar una “alternativa diferente en la oposición” para competir por la Intendencia de Escobar dentro de dos años.
“El apellido Costa viene representando a la oposición desde hace muchas elecciones sin buenos resultados”, afirmó quien preside en Escobar la mesa directiva del MID (Movimiento de Integración y Desarrollo), el partido político de Rogelio Frigerio, que integra la coalición Juntos.
Al respecto, puntualizó que “en 2019 la lista de Leandro Costa no solo perdió por 37 puntos, sino que también hubo un corte de boleta muy importante con respecto a (María Eugenia) Vidal y a (Mauricio) Macri”.
Mientras que Leandro Costa se presentó como principal candidato de la oposición desde 2011 hasta 2019 en todas las elecciones, este año quien lo hizo fue su padre, Roberto Costa. Castagnaro le reconoció su “aporte” al gobierno de María Eugenia Vidal como presidente del bloque de senadores provinciales del macrismo, aunque consideró que el ahora concejal es parte de una dirigencia que ya cumplió su ciclo.
“Es un liderazgo que ya no nos representa. Tiene que haber una alternativa diferente en la oposición y es la que nosotros pensamos encabezar, con el respaldo de varios intendentes”, aseguró el empresario, que en abril vendió El Noble y ahora se dedica a negocios de exportación de alimentos a Brasil, USA y Chile. Además, sigue siendo presidente del Parque Industrial de Garín (CIPO).
Aunque no fue candidato, participó activamente de la campaña para las primarias, donde se lo vio junto al ex intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre, y al ex senador nacional Esteban Bullrich, entre otros dirigentes. “Veo a la oposición manteniéndose unida a pesar de las divergencias y a nuestro espacio, que acompañó a Facundo Manes, con muy buenas perspectivas para Escobar”, vaticinó Castagnaro.
“Queremos que Escobar deje de ser el único lugar de la zona norte donde no podemos ganar. En 2023 la oposición va a estar muy bien por méritos propios y por muchos desaciertos del gobierno y tenemos los equipos para gobernar. Lo digo con respeto y con humildad, pero creo que estamos preparados para el desafío que se viene”, sostuvo, optimista.
Proyectándose a las próximas elecciones, no dudó en anunciar su objetivo con todas las letras: «Nosotros tenemos aspiraciones, en mi caso, de pelear por la Intendencia en 2023».
El empresario también opinó de la gestión de Ariel Sujarchuk y del triunfo del Frente de Todos en Escobar: “Cuando alguien gana en las urnas hay que respetarlo y, evidentemente, tiene un trabajo que lo avala, sino la gente no lo hubiera votado”. No obstante, cuestionó su intención de postularse a un tercer mandato en 2023.
“Yo respeto al intendente de Escobar, pero gobernar es establecer prioridades y nosotros tenemos otras prioridades como las cloacas, la generación de trabajo a través de herramientas de educación y la seguridad”, señaló. Además, se manifestó a favor de la ley que limita las reelecciones en la provincia de Buenos Aires y sugirió que debería aplicarse, incluso, dentro del sindicalismo.
“Es buena la alternancia y oxigenar con otras figuras. No es buena la reelección indefinida en ningún cargo. Dos períodos está muy bien, la ley es sabia en ese sentido”, analizó Castagnaro.
“Argentina no es competitiva”
El empresario y dirigente opositor también puso el foco en la actualidad nacional y fue muy crítico con la gestión del presidente Alberto Fernández: “Este año se rebotó una crisis muy profunda que pasó en todo el mundo, pero acá se vio exacerbada por muy malas políticas de los gobiernos nacional y provincial. Acá el PBI cayó el triple y la tasa de mortalidad por millón fue mucho mayor que en otros países”, argumentó.
“Mi perspectiva es que, si no hay un profundo cambio en las leyes impositivas y laborales, Argentina no es competitiva. Hay que cambiar la matriz y las leyes laborales, que son de los 70 y el mundo ha cambiado”, analizó.
Además, defendió el préstamo de 50.000 millones de dólares que el gobierno de Mauricio Macri tomó en 2018 con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y cuyo pago actualmente está siendo renegociado. «Cristina entregó el país con un déficit muy alto, de 8 puntos del PBI, y un endeudamiento en pesos importante. Macri tuvo algunos aciertos y algunos errores dentro de su trabajo, que fue bajar el déficit, y lo fue bajando con el tiempo, pero la deuda es hija del déficit», consideró.
Castagnaro sostuvo que «las deudas hay que pagarlas», aunque aclaró que habría que hacerlo en «el plazo que permita recuperar la matriz productiva”. Y advirtió: “No pagar es salirse afuera del mundo”.
A su vez, acusó al kirchnerismo de «hacer un relato” sobre la fuga de divisas. “Cada vez que salen dólares del sistema es una fuga. Cuando alguien va, compra dólares y los guarda en una caja fuerte o lo manda a un banco de otro país porque se siente más seguro es una fuga. La fuga que aducen en su relato no es otra cosa que la desconfianza que existe en el sistema fruto de malas políticas regulatorias”, concluyó.
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