SR. DIRECTOR:
En los últimos discursos de nuestra Presidenta podemos denotar como una constante el llamado que hace a su pueblo, y que es el hacernos cargo de las complejidades de las relaciones de vivir en comunidad en los pueblos, las municipalidades, el gobierno provincial, gobierno nacional.
Ese hacernos cargo significa que los pueblos nos involucremos, que pongamos interés, que participemos en todo lo que es el desarrollo presente y futuro de nuestras comunidades.
Desafortunadamente, en una gran porción de nuestra sociedad se ha impregnado y muy arraigadamente la cultura del individualismo. Nada les interesa de lo trascendental o de las consecuencias colectivas, tal el caso de algunos profesionales del hacer política que se autodefinen como el ombligo de las situaciones, de lo sucedido en los gobiernos municipales, se patrocinan como los artífices del haber logrado el poder ejecutivo de la administración municipal.
Su omnipotencia no les permite advertir que él mismo, en la gerencia municipal que ocupa, es producto de los buenos resultados que siempre logró la militancia en política local cada vez que se lo propuso.
Algo está cambiando y un claro ejemplo lo está dando en estos días la comunidad de Maquinista Savio. Se ve allí que ha logrado encarnadura la dialéctica de nuestra Presidenta, los pueblos, sus ciudadanos, desde los más pequeños lugares, comienzan a sentir el renacer en su humanismo, el sentido de solidaridad de interés por el otro, aunque no piense igual que nosotros.
La meta es intercambiar opiniones, pensamientos, protegidos por el respeto, la justicia y la igualdad para todos, y así lograr representantes válidos ungidos por la vecindad.
Juan Carlos Franco (Garín)