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SR. DIRECTOR:
Sobre la recuperación del concepto de ciudadanía, Néstor Kirchner y nuestra presidenta Cristina iniciaron un portentoso trabajo de proporcionar conocimiento colectivo a la población para, como principal objetivo, lograr una ciudadanía informada, participativa, responsable de su compromiso en armonía con sus congéneres.
Prueba de ello es el despliegue de especiales técnicas de difusión, canal Encuentro, apoyo en informática, canal 23, un programa en canal 7 desde donde divulgan la asombrosa falacia que practicaron desde hace mucho tiempo los principales medios monopólicos, y aún hoy lo hacen, que durante largo tiempo permanentemente difundieron ficciones de embaucadores logrando en gran medida, amén de otras causales, desinteresar a la ciudadanía, ahuyentando a la población de su central protagonismo para las decisiones políticas, apoderándose entonces ellos de la opinión pública.
Mucho se ha logrado desde el inicio de esta lucha, sobre todo porque se atisba en el mundo de intelectuales, que hay ahora afirmaciones públicas pronunciándose respecto al apoyo a la Presidenta en este quehacer tan difícil. Esto es lo que hace confiar más a las juventudes que se han sumado a protagonizar políticamente este fenómeno social.
Hacer algo para apoyar y cuidar este proceso desde nuestra condición de ignotos ciudadanos, sería, cuanto menos, prestar atención y comparar las informaciones, sobre todo la de los embusteros de siempre y estar atentos, porque debemos advertir que todo ese tiempo de dependencia cultural, ha dejado como resultado en el país, sendos conglomerados de personas que no admiten formas de real democracia, en casos por intereses económicos y en otros porque sin el mecanismo democrático cualquiera se puede declarar asimismo como representante “de” y aparecer como pretendiendo un lugar como funcionario cuando la contienda electoral.
Sumado, además, a esto ver cómo actúan muchos punteros, seudos políticos, incluso funcionarios públicos en las municipalidades de nuestra provincia de Buenos Aires que tienen muy enraizada la cultura del beneficio propio, utilizando en sus entornos sociales la necesidad vecinal presionando a sus adeptos para demostrar su fluida convocatoria y prestigio barrial y trasladándolos en micros para aplaudir a la Presidenta, mientras que en sus reductos no tienen escrúpulos en transgredir normativas que sumadas hacen a un estado de corrupción.
Será muy difícil enmendar esto, pero el camino es este que ha emprendido nuestra Presidenta, para volver a los valores reales de comunidad.
Juan Carlos Franco
(Garín)
