Una de las tres listas colectoras que a nivel local sumarán votos para el Acuerdo Cívico y Social, respaldando las candidaturas nacionales de Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín, es la que presentó la Unión Cívica Radical, con la martillera Gilda Giordano a la cabeza.
La hija del ex diputado provincial Venancio Giordano, uno de los dirigentes políticos más respetados en la historia del distrito, prefirió no hablar de las divisiones que se dieron entre las distintas fuerzas escobarenses que componen el Acuerdo. En declaraciones a El Día de Escobar, sólo señaló que no lamentaba esa situación y aclaró que no ahondaría en argumentaciones.
Pero yendo al plano de la campaña, de los objetivos y de las propuestas del radicalismo, la primera candidata a concejal se explayó en comentarios para marcar el perfil de su lista, que intentará superar la pobre cosecha de 1.354 votos (1,7%) de las elecciones de 2007.
– ¿Cómo están llevando la campaña en tan poco tiempo?
– Esta es una elección sumamente extraña. Por ejemplo, faltan veinte días y no tenemos impresas las boletas. Tenemos una doble tarea: nuestro primer objetivo es que el partido esté representado en Escobar y, por otro lado, replantear la reestructuración partidaria. Nuestra mira está más allá de lo electoral, queremos sacar al partido adelante y que la UCR de Escobar vuelva a tener el lugar que perdió.
– ¿Estaría dispuesta a asumir una banca de concejal?
– Siempre estoy dispuesta a ir al lugar que el partido necesite. Quizás no sea el momento que yo hubiera elegido para ser concejal, pero estoy dispuesta a trabajar por el partido y por Escobar. Acá hace falta gente que quiera al pueblo y que trabaje por el pueblo. Escobar necesita gente que le ponga el hombro. Pareciera que todo siempre termina en candidaturas para chapear y después nadie labura. Mi problema es la carga de mi apellido, porque muchos piensan que me pusieron de candidata por ser la hija de…, como si yo nunca hubiese militado.
– ¿Qué podría aportar en el HCD una banca del radicalismo?
– Sobre todo control. O por lo menos tratar de saber qué está pasando en el Municipio. Y meter buenas ordenanzas en algunos temas que son necesarios y de los que nadie se ocupa, como el total descontrol que hay con la edificación en Escobar. Hoy no sabemos para qué lado va este pueblo. Yo no estoy en contra del progreso, pero tiene que venir organizadamente.
– ¿Cuál es su opinión sobre la gestión de Guzmán?
– No me gusta hablar de los demás. Yo digo lo que veo que le falta al pueblo. Además, hay que estar en el lugar de la Intendencia para saber por qué algunas cosas se hacen o se dejan de hacer. Yo creo que el pueblo está creciendo sin control y hay una inmensa necesidad de agua corriente y cloacas en todo el distrito. Hace falta una obra pública bien hecha, porque mucha de la que se está haciendo no está bien hecha. Y es muy difícil criticar la obra pública cuando se está haciendo, porque al vecino al que nunca le hicieron un asfalto no le va a importar que uno le diga que ese asfalto es de mala calidad, que tiene mal hecho el contrapiso, que es angosto o que no le pusieron el caño en la zanja. Se va a dar cuenta con los años que el asfalto estaba mal hecho. Ahora, tampoco se le puede echar la culpa de todo al intendente de turno.
– ¿Qué evaluación hace del actual funcionamiento del Concejo Deliberante?
– Un Concejo Deliberante en serio tendría que actuar muy distinto a como está actuando este. Me pregunto: ¿hay una oposición real? Yo no veo que haya una oposición como a mí me gustaría. No quiere decir que sea destructiva sino que tenga un trabajo que sirva para la construcción del distrito.
– ¿Cómo cree que va a decidir su voto la gente?
– Creo que esta elección se va a nacionalizar más que las anteriores. De todas maneras, Escobar es un distrito atípico con Patti. Mucha gente lo va a votar porque no entró la vez pasada y es como que le debe algo. Pienso que el hecho de que haya tantas colectoras va a beneficiar a Guzmán y al Paufe, pero hay que ver qué pasa en los últimos días. En nuestro caso, hay que ver lo que viene por añadidura por lo que los demás están haciendo mal y los votos que recibamos por las cosas que nosotros estemos haciendo bien. Lo que hay que hacer es controlar esta elección y pedirle a la gente que se anime a fiscalizar y que salga de su casa con la boleta.
– ¿Se va a ayudar la oposición para fiscalizar?
– Yo creo que a la altura de la vida democrática que tenemos deberíamos tener una reunión con los apoderados de todos los partidos para ver cómo llevamos a cabo el acto eleccionario, para que el comicio se desarrolle de la mejor forma posible. La gente tendría que ir con alegría a fiscalizar y a presidir una mesa, pero lamentablemente no tenemos ese grado de educación democrática. A lo mejor la gente, de a poquito, se va dando cuenta de que tiene que participar en esta democracia y de que muchos de los males que tenemos en este sistema son porque la gente no participa más.