SR. DIRECTOR:
El sábado, aproximadamente a las 12.30, iba desde Escobar a Matheu y antes de llegar a los infinitos lomos de burro del semáforo de Parque Florido me llovieron unas cuantas piedras y adoquines en el auto, destruyéndome el parabrisas.
Gracias a Dios tuve la frialdad de seguir la marcha, dado que iba con mis dos hijos menores de 6 y 3 años y mi sobrina, los cuales se asustaron mucho, y entre llantos y gritos continué la marcha. Obviamente, llamé al 911, en dos oportunidades. No sé si acudieron o no al lugar, pero un amigo me comentó que a él le pasó lo mismo.
Entonces, me pregunto si ya se sabe que acá toman esta técnica para robar o para destruir los autos, no lo sé, ¿por qué no trabajamos con la prevención, enviando un patrullero por lo menos un mes, y colocando una cámara de seguridad?
Sería interesante que el Municipio trabaje con la prevención y no después con la víctima. Gracias a Dios no me pasó nada más, porque para mí, como para todas las personas que trabajamos en serio, que nos levantamos todas las mañanas a las 5 y que nos rompemos el alma para que nuestros hijos tengan una buena educación, sean felices y sanos, no me pase nada que pueda lamentar. Sería importante que se tomen medidas en este lugar.
Marcela Justiniano (Matheu)