Con más de cuarenta años de carrera en la política local, provincial y nacional, incluyendo un récord de cargos legislativos, Roberto Costa (64) es un exponente cabal de lo que Javier Milei definió tantas veces como “la casta” a combatir. Sin embargo, esa condición no le jugó en contra -en todo caso, lo favoreció- para que La Libertad Avanza le abriera sus puertas, aun pese a todo lo que había dicho del actual presidente antes del balotaje de noviembre de 2023.
Desde que dio sus primeros pasos en la política escobarense, en un lejanísimo 1983, Roberto Costa se acostumbró a que su nombre aparezca cada cuatro años en alguna boleta. Ya sea por la Unión Cívica Radical, el Frente para la Victoria, Juntos por el Cambio o, como ahora, La Libertad Avanza, él nunca se queda afuera de una elección cuando se le está por terminar un mandato.
Su última participación electoral había sido en 2021, cuando encabezó la nómina de candidatos a concejales de Juntos por el Cambio. Sin embargo, a tres meses de haber asumido pidió licencia y desde entonces se sabía que no volvería al Concejo Deliberante de Escobar, donde su banca la ocupa Patricia Froy.
Para las elecciones presidenciales de 2023, Roberto Costa jugó a dos bandas con Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Cuando la actual ministra de Seguridad de la Nación quedó fuera de la segunda vuelta, no dudó en apostar por Sergio Massa. Declaró públicamente que lo votaría “para evitar un camino al abismo” y “el desastre del autoritarismo”. Además, calificó de “impresentable” a Milei.

“No podemos ser cómplices de quienes, mostrando ideas totalmente opuestas a las de nuestro partido y, denostando a nuestros líderes muertos, ofenden a diario nuestro pasado, presente y futuro”, decía el dirigente radical en una columna que publicó en Infobae, a días de los comicios que consagraron presidente al entonces diputado nacional libertario.
Tábula rasa
El barajar y dar de nuevo, esa suerte de amnistía política que propuso Milei antes de ser electo para quienes quieran sumarse a sus filas, le abrió una puerta a Roberto Costa. A un año de aquellas declaraciones, el versátil boina blanca hizo borrón y cuenta nueva al formalizar su incorporación a La Libertad Avanza. Fue tras reunirse con Sebastián Pareja, armador y referente libertario en la provincia de Buenos Aires.
Desde entonces, Costa cambió el chip y empezó a jugar para el team violeta. En sus redes sociales se muestra muy activo y aggiornado, como si su devenir libertario lo hubiese rejuvenecido. No obstante, en la rosca para el cierre de listas tiró toda su experiencia sobre la mesa de negociaciones, aunque probablemente le haya quedado gusto a poco.
El otrora presidente del bloque de Juntos por el Cambio en la Cámara Alta bonaerense, en tiempos en que María Eugenia Vidal era gobernadora, debió conformarse con firmar como séptimo candidato a senador provincial por la primera sección electoral. Casi testimonial, ya que sus posibilidades de volver a la Legislatura postulándose en el anteúltimo lugar de la lista son remotas, aunque en política nunca se sabe.
En todo caso, a Costa le fue mejor con las negociaciones en su terruño, donde logró que su sobrino, Cristian Vila, vaya como quinto candidato a concejal en la lista que encabeza Eduardo Gianfrancesco. Las encuestas dicen que entraría.
De yapa, no se privó de colocar a un leal soldado suyo en la lista de Somos Buenos Aires, la coalición que integran sectores del PJ (referenciados en Julio Zamora y Juan Schiaretti, entre otros), la UCR (Facundo Manes), el GEN (Margarita Stolbizer) y la Coalición Cívica (Elisa Carrió). Se trata de Ramón Álvarez, actual concejal del PRO, que firmó segundo, detrás de Germán Maldonado,
En definitiva, Costa no está de regreso porque nunca se fue. Y cuando no estaba visible, era que se estaba reconvirtiendo. Ahora, como tantos otros que se apartaron del liderazgo de Mauricio Macri, él también se pone la camiseta violeta y juega su propio partido.
Tremendo garca saltarín este Costa. Negocia con todos y acá en escobar los emprendimientos inmobiliaros de barrio semicerrado, pero cerrado de hecho autorizado por el Municpio y que habría hecho junto al Intendente (el aterrizaje por solo nombrar uno) se cuentan de a decenas.
Lo peor son de LLA que venían contra la casta… atorrantes inmorales.