Como resultado de una investigación policial por narcotráfico internacional que implicó varios allanamientos simultáneos en Capital Federal y provincia de Buenos Aires, una pareja de nacionalidad colombiana fue detenida en un lujoso country de Belén de Escobar, donde alquilaba una vivienda.
El hombre y la mujer están sospechados de liderar una organización criminal que producía y comercializaba cocaína rosa, tanto en el país como en el exterior. Según se determinó, la banda enviaba la droga a Europa y Estados Unidos impregnada en libros. Por eso, la policía le puso el mote de “Los Intelectuales”.
La causa se inició a partir del hallazgo de una encomienda con destino a la ciudad de Nueva York, en los Estados Unidos. El paquete, supuestamente, solo tenía libros de cuentos. Pero, en realidad, llevaba una carga no declarada e ilegal: estupefacientes ocultos en dobles fondos de las contratapas de las publicaciones.
Once meses después de ese hallazgo, y tras una exhaustiva investigación, la Policía de la Ciudad descubrió un laboratorio donde se producía tusi -también conocida como cocaína rosa- en el piso 17 de un edificio situado en el barrio porteño de Villa Crespo.
Los narcos tenían una variante de tusi que también elaboraban en “la cocina” que habían instalado en ese departamento, que alquilaban por 500 dólares mensuales, y que no pasó desapercibida por los detectives, sobre todo por su color lila.
De Villa Crespo a Escobar
Si bien se conoció en las últimas horas, el pasado miércoles 6 la División Investigaciones de Organizaciones Criminales (DIOC) de la Policía de la Ciudad detuvo a cuatro sospechosos, tres hombres y una mujer. Todos de nacionalidad colombiana, que estaban detrás de la elaboración y distribución de la cocaína rosa y lila.
“El ‘cocinero’ encargado de producir la droga conocida como cocaína rosa fue detenido en el departamento donde estaba instalado el laboratorio”, explicaron fuentes policiales a La Nación.
Los jefes de la banda, un hombre y una mujer, fueron apresados en una vivienda que alquilaban en un barrio del megaemprendimiento urbanístico El Cantón, llamado Puertos.
🚨 Narcotráfico: detienen a una pareja de colombianos en un country de Escobar
— El Día de Escobar (@eldiadeescobar) December 15, 2023
El hombre y la mujer están acusados de ser quienes lideraban la organización, que producía, comercializaba y exportaba la denominaba cocaína rosa o tusi. https://t.co/CC17cxcywE pic.twitter.com/EWFHX9dlro
Sugestivamente, los medios nacionales que publicaron la noticia omitieron mencionar el nombre del country donde tuvo lugar el procedimiento policial. Sin embargo, El Día de Escobar pudo corroborar que fue en una vivienda ubicada en el lote 349 del mencionado barrio.
Este medio también pudo saber, por fuentes policiales, que en la morada había cuatro personas cuando irrumpieron los uniformados: dos hombres y dos mujeres, todos de nacionalidad colombiana. Una de las parejas es la que está acusada de liderar esta organización.
En el marco de esta causa, el juez en lo penal económico Pablo Yadarola dispuso ocho allanamientos. Además de detener a los cuatro sospechosos, los policías secuestraron “un kilo de sustancia tusi molida, de color rosa y lila, lista para su venta y una gran cantidad, en versión granulada y de máxima pureza, sin ser estirada y pastillas de MDMA, droga sintética también conocida como éxtasis”, dijeron las fuentes consultadas.
La investigación está delegada en el Ministerio Público, representado por la fiscal María Gabriela Ruiz Morales.
En la cocina de tusi también se secuestraron bidones con ketamina, elementos de corte tales como maltoderina y cafeína anhidra, bidones con sustancias químicas, potes con colorantes y saborizantes, balanzas de precisión, medicamentos de todo tipo en cápsulas y pastillas picadas, entre otras cosas.
“Si bien la investigación comenzó para determinar quiénes estaban detrás de la encomienda de los libros de cuentos donde ocultaron la cocaína que quisieron enviar a Nueva York, el avance de la investigación permitió descubrir una organización narco que tenía distintos puntos de venta para comercializar la droga que elaboraban en el laboratorio que habían instalado en Villa Crespo”, sostuvo una fuente con acceso al expediente.
Uno de los puntos de venta de la banda era un departamento situado en el barrio de Recoleta. Además, en un domicilio de la Paternal se detuvo a quien cumplía el rol de distribuidor de las drogas. También hubo allanamientos en tres departamentos de Barracas, donde se comercializaba al menudeo.
Droga de exportación
Un detective de la Policía de la Ciudad que participó de la investigación sostuvo que la organización habría enviado varias encomiendas con “libros” a Hong Kong y que interceptaron un paquete que tenía como destino España.
“Para identificar a los integrantes de la banda, los detectives policiales realizaron tareas de campo, analizaron escuchas telefónicas e hicieron peritajes tecnológicos, además de entrecruzamientos de movimientos bancarios para establecer los roles de cada integrante de la organización, la procedencia de las sustancias estupefacientes y la forma de distribución, tanto a nivel local como internacional”, informaron voceros del Ministerio de Seguridad porteño.
Para avanzar en la investigación fue clave la identificación del IP desde el que se monitoreaba el estado de la encomienda despachada, explicaron fuentes del caso.
En los operativos, personal de la DIOC, dependiente del Departamento de Lucha Contra el Crimen Organizado de la Policía de la Ciudad, secuestró 1.580 dólares, 1.186.000 pesos en efectivo, una máquina para contar billetes, dos balanzas de precisión y 16 teléfonos celulares.
También varios chips, notebooks, tablets, automóviles, cuadernos con anotaciones “de interés para la causa”, tarjetas bancarias cuyos titulares son los detenidos, una visa de los Estados Unidos a nombre de uno de los imputados, documentación de retiro y envío de encomiendas y recibos de recepción de dinero desde el extranjero.
“La investigación aún no terminó. Por las pruebas reunidas en el expediente, se puede decir que la organización criminal tiene conexiones en los Estados Unidos, Chile y Colombia”, explicaron las fuentes consultadas.
Además de los puntos de venta detectados, para distribuir la producción de tusi y otros estupefacientes que comercializaban, “Los Intelectuales” utilizaban motoqueros que simulaban ser deliverys de comida.
El tusi, cuyo nombre proviene de la pronunciación en inglés de la sigla 2C-B (Tusibi) es una mezcla de varias sustancias como la ketamina (un poderoso analgésico usado para animales) y MDMA. Tiene un alto poder adictivo y produce efectos alucinógenos. Según fuentes de la Policía de la Ciudad, el gramo de tusi puede ser vendido a 30.000 pesos.
La investigación que derivó en las detenciones de los cuatro sospechosos se inició en noviembre pasado, tras la denuncia hecha por la empresa de encomiendas internacionales Western Unión al detectar un paquete sospechoso, los libros con la carga oculta.
Los detenidos quedaron imputados por infracción a la ley de drogas 23.737, en tanto que sobre el cabecilla de la banda pesaba una causa caratulada como contrabando internacional de estupefacientes.