Un joven de 22 años fue asesinado de un balazo en el abdomen en una vivienda de la localidad de Garín y por el crimen quedó detenido otro de 24, quien inicialmente se había presentado en la comisaría para decir que había sido víctima de un robo.
El brutal ataque que derivó en la muerte del joven ocurrió este domingo a las 7 de la mañana en una vivienda de la calle Jujuy al 600, entre las calles Padre Perna y Roma, en el barrio Los Tulipanes, donde Ariel García recibió un disparo mortal en el abdomen, según precisaron fuentes policiales a El Día de Escobar.
El muchacho fue trasladado de urgencia a la Unidad de Diagnóstico Precoz (UDP) de Garín, donde falleció en la madrugada de este lunes a raíz de las heridas causadas por el impacto de la bala. Trascendió que tenía un hijo de 2 años.
De acuerdo a las primeras informaciones, los testimonios recogidos por la Policía señalaban que el autor del crimen había sido un sujeto que llegó a ese domicilio en una moto Honda XR150, realizó varios disparos al aire y después le propinó uno a García. Tras ello, se retiró dejando el vehículo en el lugar.
Horas después del hecho se presentó en la comisaría de Garín un joven de 24 años, llamado Nicolás Gudiño, quien declaró que en ese domicilio le habían robado la moto y lo habían agredido a golpes.
La supuesta rencilla, según contó, se habría iniciado cuando se dirigió a un grupo de jóvenes para reclamarles que le devuelvan una gorra. Por los golpes que presentaba en distintas partes del cuerpo, el denunciante fue llevado al hospital provincial Enrique Erill, donde le practicaron las curaciones de rigor.
A los policías no les costó atar cabos y determinar que Gudiño sería quien le disparó a García. “Estando en la comisaría, el joven incurrió en una serie de inconsistencias y contradicciones y terminó admitiendo que él había efectuado los disparos», reveló un jefe policial a la agencia de noticias Télam.
Si bien esa autoincriminación en la comisaría no tiene valor legal porque no fue realizada en una indagatoria, la fiscalía dispuso que el sospechoso quedara aprehendido por el homicidio.
Durante un allanamiento realizado en su domicilio, en el barrio Cri Cri, los efectivos policiales también incautaron una campera de Gudiño que tenía manchas de sangre.
La causa quedó a cargo la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº5 de Escobar y fue caratulada como «homicidio”.