n herrero, su esposa y sus dos hijas de 17 y 18 años, además de un ex socio del padre de familia, fueron detenidos durante la jornada de este jueves acusados de ser quienes mantuvieron secuestrado al joven Matías Berardi (16), quien en la víspera fue hallado sin vida a un costado de la ruta 6, en Campana, tras recibir un disparo por la espalda.
Las cuatro primeras detenciones se produjeron durante la madrugada tras un allanamiento realizado en un galpón donde funciona una herrería en la localidad de Benavídez, partido de Tigre, donde además se secuestraron al menos un vehículo y otros elementos de importancia. La joven de 18 años fue detenida más tarde, en otro procedimiento.
La trágica historia de Matías comenzó la madrugada del martes. El chico había ido a una fiesta de egresados de un colegio de San Isidro en la disco “Pachá”, ubicada en la Costanera Norte de la Capital Federal.
De allí salió en una combi alquilada especialmente por los padres, junto a su grupo de amigos. Se bajó a las 5.30 en el cruce de Ruta 26 y Panamericana, en Maschwitz, donde hay una estación de servicio. Su plan era tomarse algo para llegar a su casa, en el barrio privado Acacias Blancas.
A las 6.20 sus padres recibieron el primer llamado extorsivo. La Policía supone que fue sorprendido por sus secuestradores no bien se bajó de la combi.
De acuerdo a una versión, la primera llamada la hizo el propio Matías, quien, llorando, les dijo a sus padres que había sido secuestrado. Sin embargo, fuentes judiciales aseguraron que fue uno de los secuestradores el que llamó y que, sorprendentemente, pidió un rescate de sólo 500 pesos. “Luego fueron subiendo el monto y, según la familia, cada vez parecían más profesionales”, explicó una fuente del caso.
Los Berardi no dudaron e hicieron la denuncia policial: a las ocho de la mañana llamaron al 911. “De todas maneras, la Policía sólo pudo grabar una conversación. La última fue a las 20.20 del martes”, indicó la fuente.
A esa altura se había llegado a un acuerdo para el pago de 6.000 pesos, que iban a ser entregados el martes a la noche, pero los secuestradores interrumpieron sorpresivamente las comunicaciones.
Con el correr de las horas se empezaron a encontrar posibles explicaciones al atroz asesinato. Varios testigos declararon a la prensa que vieron el momento en que un joven con las características de Matías salía corriendo del galpón y, luego, era recapturado por hombres que lo siguieron en un auto.
“Yo vi cuando saltó de la reja, eran como las 8 y algo de la noche del martes”. A mí y a mi amigo nos preguntó dónde estaba porque lo tenían secuestrado”, contó el testigo respecto al breve diálogo que tuvo con el joven mientras éste escapaba.
Los investigadores creen que éste pudo haber sido el motivo por el que lo asesinaron, ya que les vio las caras a los captores y podría haberlos identificado en una eventual detención, tal como le sucedió a Axel Blumberg en 2004 cuando estuvo secuestrado.
El titular de la Policía Bonaerense, Juan Carlos Paggi, ratificó que a Matías Berardi lo mataron mediante un tiro por la espalda, mientras se encontraba agachado, por lo que no pudo defenderse de ninguna manera.
“El disparo fue uno solo y, por la trayectoria y la palabra de los peritos y médicos que fueron al lugar, evidentemente puede haber estado en cuclillas o por lo menos inclinado y en esa situación le efectúan el disparo”, afirmó el jefe policial.
Berardi fue enterrado esta tarde en el cementerio privado de Pilar, el mismo en el que fue inhumada el miércoles la actriz Romina Yan.
Los amigos del joven están convocando a una marcha en reclamo de justicia para este viernes a las 16.30, en la plaza de Ingeniero Maschwitz.
Matías iba al colegio Saint George´s School, en Loma Verde.
Un herrero, su esposa y sus dos hijas de 17 y 18 años, además de un ex socio del padre de familia, fueron detenidos durante la jornada de este jueves acusados de ser quienes mantuvieron secuestrado al joven Matías Berardi (16), quien en la víspera fue hallado sin vida a un costado de la ruta 6, en Campana, tras recibir un disparo por la espalda.
Las cuatro primeras detenciones se produjeron durante la madrugada tras un allanamiento realizado en un galpón donde funciona una herrería en la localidad de Benavídez, partido de Tigre, donde además se secuestraron al menos un vehículo y otros elementos de importancia. La joven de 18 años fue detenida más tarde, en otro procedimiento.
La trágica historia de Matías comenzó la madrugada del martes. El chico había ido a una fiesta de egresados de un colegio de San Isidro en la disco “Pachá”, ubicada en la Costanera Norte de la Capital Federal.
De allí salió en una combi alquilada especialmente por los padres, junto a su grupo de amigos. Se bajó a las 5.30 en el cruce de Ruta 26 y Panamericana, en Maschwitz, donde hay una estación de servicio. Su plan era tomarse algo para llegar a su casa, en el barrio privado Acacias Blancas.
A las 6.20 sus padres recibieron el primer llamado extorsivo. La Policía supone que fue sorprendido por sus secuestradores no bien se bajó de la combi.
De acuerdo a una versión, la primera llamada la hizo el propio Matías, quien, llorando, les dijo a sus padres que había sido secuestrado. Sin embargo, fuentes judiciales aseguraron que fue uno de los secuestradores el que llamó y que, sorprendentemente, pidió un rescate de sólo 500 pesos. “Luego fueron subiendo el monto y, según la familia, cada vez parecían más profesionales”, explicó una fuente del caso.
Los Berardi no dudaron e hicieron la denuncia policial: a las ocho de la mañana llamaron al 911. “De todas maneras, la Policía sólo pudo grabar una conversación. La última fue a las 20.20 del martes”, indicó la fuente.
A esa altura se había llegado a un acuerdo para el pago de 6.000 pesos, que iban a ser entregados el martes a la noche, pero los secuestradores interrumpieron sorpresivamente las comunicaciones.
Con el correr de las horas se empezaron a encontrar posibles explicaciones al atroz asesinato. Varios testigos declararon a la prensa que vieron el momento en que un joven con las características de Matías salía corriendo del galpón y, luego, era recapturado por hombres que lo siguieron en un auto.
“Yo vi cuando saltó de la reja, eran como las 8 y algo de la noche del martes”. A mí y a mi amigo nos preguntó dónde estaba porque lo tenían secuestrado”, contó el testigo respecto al breve diálogo que tuvo con el joven mientras éste escapaba.
Los investigadores creen que éste pudo haber sido el motivo por el que lo asesinaron, ya que les vio las caras a los captores y podría haberlos identificado en una eventual detención, tal como le sucedió a Axel Blumberg en 2004 cuando estuvo secuestrado.
El titular de la Policía Bonaerense, Juan Carlos Paggi, ratificó que a Matías Berardi lo mataron mediante un tiro por la espalda, mientras se encontraba agachado, por lo que no pudo defenderse de ninguna manera.
“El disparo fue uno solo y, por la trayectoria y la palabra de los peritos y médicos que fueron al lugar, evidentemente puede haber estado en cuclillas o por lo menos inclinado y en esa situación le efectúan el disparo”, afirmó el jefe policial.
Berardi fue enterrado esta tarde en el cementerio privado de Pilar, el mismo en el que fue inhumada el miércoles la actriz Romina Yan.
Los amigos del joven están convocando a una marcha en reclamo de justicia para este viernes a las 16.30, en la plaza de Ingeniero Maschwitz.