La defensora del Pueblo, la directora del hospital Erill y representantes de empresas fabricantes fueron los principales expositores de la ronda final. Ahora, el Concejo Deliberante deberá definir una nueva reglamentación.
En el salón de sesiones del Concejo Deliberante, se llevó a cabo este jueves a la mañana la tercera y última jornada de la audiencia pública convocada para debatir sobre el uso, la comercialización y el acopio de artefactos pirotécnicos en el distrito, como antesala de un proyecto de ordenanza que podría llegar a prohibir estas actividades en el partido de Escobar.
La primera oradora del encuentro fue Patricia Toriggia, de la ONG MAyDA (Medio Ambiente y Defensa Animal), quien calificó de “extorsión emocional” al planteo sobre las fuentes de trabajo que se perderían en caso de que se prohíba la venta de pirotecnia.
Mientras ella hablaba, y recibía el aplauso de la mayoría de los presentes en la sala, se empezaban a escuchar de fondo los bombos y redoblantes de la manifestación que llevó a cabo en la calle Asborno el Sindicato de Trabajadores de la Industria del Fósforo y la Pirotecnia, que dejaron de sonar cuando finalizó la audiencia.
“Si esto se aprueba, este año tengo que cerrar las puertas de mi negocio”, expresó Cristian Ponte, técnico en pirotecnia y comerciante del rubro, quien se manifestó “a favor del buen uso” de estos productos y advirtió que “prohibir genera ilegalidad”.
La Cámara Argentina de Empresas de Fuegos Artificiales también participó del debate. Su representante, Ezequiel Asquinasi, dijo hablar en nombre de “la mayoría silenciosa que está a favor de la pirotecnia” y recalcó que la pérdida de empleos que generaría la prohibición “no es un tema menor”. También habló un directivo de la empresa Cienfuegos, Jorge Falcón.
#Ahora | Manifestación del Sindicato de Trabajadores de la Industria del Fósforo y la Pirotecnia en las afueras del Concejo Deliberante. pic.twitter.com/ewolUVcYF0
— El Día de Escobar (@eldiadeescobar) August 3, 2017
A su turno, la defensora del Pueblo, Rocío Fernández, explicó: “Estamos frente a una colisión de derechos. Por un lado, el derecho a la salud, a la integridad física y al pleno desarrollo de las personas, la protección del medio ambiente y la protección de la vida animal. Por el otro, el derecho al libre ejercicio del comercio. Y frente a derechos desiguales, debe prevalecer aquel que verse sobre el sujeto más importante a defender”.
Con esa línea de argumentación, la funcionaria reflexionó que “no se justifica el padecimiento de unos pocos por el divertimento de otros” y sugirió que se debería “evolucionar por el bien común y buscar nuevas maneras de festejo’”. Así, recomendó prohibir la venta mayorista y minorista y cualquier elemento de pirotecnia sonoro y fue poco menos que ovacionada por los vecinos que llevaron esta iniciativa al Legislativo.
El concejal Miguel Jobe remarcó que “este no es un tema nuevo” y puntualizó que la pirotecnia ya fue prohibida en distintas ciudades del país: Ushuaia (1992), Bahía Blanca (2000) y Santa Rosa (2016), fueron los casos que citó. Además, recordó que en 2002, cuando era diputado, presentó un proyecto de ley para prohibirla, “pero la presión de la Cámara de Fabricantes de Artículos de Pirotecnia hizo que el proyecto cayera”.
La exposición que cerró la audiencia pública estuvo a cargo de la directora del hospital Erill, Fernanda Bigliani, quien compartió algunas de las difíciles experiencias que le tocó vivir como médica de guardia al atender chicos, adolescentes y adultos con graves heridas por el uso de pirotecnia.
Teniendo en cuenta los más de treinta testimonios que se escucharon a lo largo de las tres jornadas, más la postura que algunos concejales dejaron entrever, todo parece indicar que la pirotecnia va camino a la prohibición en Escobar, salvo aquella de efecto lumínico, hacia cuya producción debería redirigirse la industria -si es que eso ocurre- para no perder ventas ni resignar fuentes de trabajo.
Por lo pronto, la primera conclusión que puede sacarse de esta convocatoria, que prácticamente todos los participantes valoraron, es que por primera vez el Concejo Deliberante de Escobar haya abierto sus puertas para que los vecinos puedan expresarse, intervenir de un debate público y aportar sus puntos de vista para que los concejales estén en condiciones de sancionar la mejor ordenanza posible.