En una asamblea de concejales y mayores contribuyentes con clima pesado, el Concejo Deliberante de Escobar aprobó este miércoles a la noche un incremento de entre el 15% y el 25% en las tasas municipales para el último trimestre de 2014. Una vez más, el kirchnerismo dejó al descubierto sus diferencias internas cuando 5 de los 7 ediles del bloque abandonaron sus bancas.
Tal como había sucedido en la sesión preparatoria del 27 de agosto, la suba impulsada por el Ejecutivo contó con el apoyo irrestricto de las dos bancadas massistas. En este punto, como ya es común, el Frente Renovador y el Frente Vecinal cerraron filas y coincidieron en avalar el ajuste tributario solicitado por el intendente interino Walter Blanco.
“No sólo debemos aumentar las tasas por la inflación. Además, la coparticipación no llega en tiempo y forma porque somos un gobierno que responde al Frente Renovador y no al kirchnerismo”, afirmó el concejal Oscar Fontán (FR), siempre propenso a las polémicas y las chicanas.
Desde el mismo bloque, Gabriela Garrone comparó el valor la tasa de servicios generales con lo que gasta un fumador: “Acá tengo cuatro paquetes de cigarrillos que cuestan $74, eso es lo que paga cada vecino en su tasa hoy. El aumento que nosotros estamos pidiendo (sic), o que el Ejecutivo está pidiendo que aprobemos, son diez paquetes de cigarrillos”, graficó para relativizar el impacto del aumento en el bolsillo de los contribuyentes.
Por el lado del vecinalismo fue Miguel Jobe quien tomó la voz cantante para defender la gestión de Blanco: “Tomamos el compromiso y la decisión de acompañar (el aumento) porque el intendente nos escucha, muchas de las obras son propuestas desde los distintos bloques y eso forma parte del consenso, la democracia y del diálogo que pregona el Papa Francisco”, argumentó.
Polémica absurda
Por su parte, los concejales kirchneristas Claudia Dortona, Luis Carranza, Javier Pérez, Pablo Ramos y María Rosa Pereyra se levantaron de sus bancas para repudiar que el presidente del Concejo Deliberante, Elio Miranda, haya limitado el ingreso de militantes del FPV al recinto alegando que el salón estaba al tope de su capacidad.
“Es vergonzoso que comencemos este debate, que va a repercutir día a día en los habitantes de este pueblo, y que estemos acá encerrados entre cuatro paredes, si no tenemos nada que esconder”, expuso Carranza. Ante su reclamo de que abriera las puertas del edificio, Miranda explicó: “Las instalaciones están colmadas y por razones de seguridad está restringido el ingreso de mayor cantidad de vecinos”.
Pero tanto Carranza como los otros cuatro concejales del FPV ya tenían su libreto escrito y utilizaron la situación como pretexto para irse sin dar el debate y generar una tensión sobreactuada hasta el papelón. Casi una réplica de lo que la oposición le hace al gobierno en el Congreso, por ejemplo con el caso del vicepresidente Amado Boudou.
Pese a la actitud de sus compañeros, Hugo Cantero y Daniel Tossio permanecieron en sus bancas durante toda la sesión. “¿Nos hace menos peronistas tener esta posición? Muchas veces lo que hay son presiones externas a este bloque, con la idea de privilegiar el posicionamiento personal de alguna persona”, sugirió Cantero en clara alusión al funcionario nacional y precandidato a intendente kirchnerista Ariel Sujarchuk.
De esta manera, a partir de octubre la tasa de servicios generales (ex ABL) se incrementará en un 15% promedio, en tanto que la tasa de inspección de seguridad e higiene que tributan comercios e industrias aumentará hasta un 25%. Lo mismo sucederá con los derechos de construcción y las habilitaciones comerciales. Además, se creará una tasa diferencial para acelerar el visado de planos.