Los concejales del Frente Renovador se opusieron a tratar en la sesión de este miércoles un proyecto de resolución para repudiar el fallo judicial estadounidense a favor de los “fondos buitres” que litigan contra Argentina, presentado por el bloque kirchnerista.
El texto propuesto por el Frente para la Victoria era que el Concejo Deliberante manifieste “su más enérgico repudio ante el fallo de la Corte de Estados Unidos, que rechazó la demanda argentina y resolvió dejar firme el fallo del juez Thomas Griesa a favor de una minoría de acreedores de la Argentina que no aceptaron los procesos de reestructuración de la deuda de 2005 y 2010”.
Pero el proyecto del bloque K, que tampoco había sido tratado en la última sesión, no logró consenso en los concejales massistas. El vocero del Frente Renovador fue Oscar Fontán, quien sentenció: “hay que ser un país serio. Y un país serio paga sus deudas”, en clara adhesión al fallo contra Argentina.
Por el lado del vecinalismo, en tanto, la voz cantante fue Miguel Jobe. El presidente del bloque, Leandro Costa, que permaneció callado en el debate, declaró luego de la sesión que el proyecto tenía “fallas de formas y técnicas. Además, todavía no sabemos si vamos a caer o no en default”, en referencia a la reunión clave que en esos momentos mantenían en Nueva York el Estado argentino y los holdhouts en la oficina del mediador Daniel Pollack, donde no hubo acuerdo.
Por lo demás, el resto del largo debate -casi media hora- fue un intercambio de cruces más en tono de quincho que de recinto parlamentario. Con Claudia D’Ortona (FPV) teniendo que disculparse, a instancias de Gabriela Garrone (FR), por haberse arrogado “más autoridad que otros concejales por ser abogada”, Fontán diciéndole que “se alquile un local y ponga un estudio jurídico, así está contenta”, Germán Maldonado (FR) preguntándole si a él lo ubicaba entre “los buenos concejales o entre los malos” y Jobe recordándole que sesiones atrás ella había dicho que en el Concejo Deliberante “no debían discutirse cuestiones del ámbito nacional”, cuando el tema en discusión era el conflicto en Gestamp y la caída de la industria autopartista.
Aunque infructuoso, el único aporte a la cordura lo realizó María Rosa Pereyra (FPV), quien instó a sus pares a dejar de lado las chicanas. Pero ni su exhorto, ni la indisimulable cara de fastidio del presidente Elio Miranda, lograron encausar el rumbo de la pueril discusión.