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El tope horario de los boliches no arrojó una primera experiencia satisfactoria. Las peleas entre jóvenes aumentaron.
El Jefe Distrital advirtió que habrá que «replantear» algunas cuestiones.
Las nuevas disposiciones provinciales para regular el funcionamiento de los locales de expansión nocturna tuvieron un debut poco auspicioso este fin de semana, al menos en Belén de Escobar, donde las peleas callejeras se multiplicaron y la policía debió redoblar sus intervenciones.
“Vamos a tener que hacer una reprogramación con el cierre de los boliches. Nosotros lo veníamos llevando en forma escalonada, para que no haya inconvenientes, porque en la ciudad hay boliches de distintas clases sociales y que toda la gente salga al mismo horario produce problemas”, explicó a El Día de Escobar el jefe distrital de la Bonaerense.
“La ley da un margen de una hora, de 5.30 a 6.30, para distintos locales, pero eso tiene que permitirlo el Municipio. Con el horario de cierre vamos a tener que manejarnos como antes”, añadió el comisario inspector Marcelo Guerra, quien adelantó que volverá a reunirse con autoridades municipales y empresarios de la nocturnidad “para que no suceda lo que sucedió este fin de semana”.
El funcionario policial también señaló que uno de los principales “puntos a manejar” es que se respete el tope de las dos de la madrugada para la admisión de público. “Todo pasa por mentalizar paulatinamente a los pibes”, sostuvo Guerra, a la vez que remarcó su compromiso para que se cumpla “a rajatabla” con el límite de las 4.30 para el expendio de bebidas alcohólicas.
