Así como lo hicieron hace un mes, los familiares y amigos de Claudio Krajnik volvieron a marchar este miércoles a la tarde por la avenida Villanueva, en Ingeniero Maschwitz, al cumplirse un año de su fallecimiento. Un grupo que apenas superaba las cincuenta personas pidió “juicio y castigo a los culpables de su muerte”.
El joven de 29 años falleció el 21 de diciembre de 2010 cuando circulaba con su moto por la Colectora Este, a la altura del kilómetro 45 de la Panamericana, en un accidente cuyos motivos aún no están claros. Según la investigación que realizó la fiscalía descentralizada de Escobar, a cargo de Irene Molinari, se trató de un desafortunado accidente.
Pero la familia hizo sus propias averiguaciones, habló con testigos y descubrió que un auto persiguió a Claudio, provocándole la fatal caída de la moto.
El padre, Miro Krajnik, explicó a El Día de Escobar que poco después del hecho fue a ver el lugar de la tragedia y se le acercó un indigente, a quien llamaban “el viejito”, que le contó que dos personas, presuntamente policías, habían estado involucradas en el hecho.
“Me dijo que estaban de civil porque ese día era su franco, pero que se habían parado a coimear en El Triángulo, pasando el Arroyo Escobar, y que como Claudio no quiso detenerse, lo persiguieron provocándole el accidente que lo mató”, aseguró Krajnik.
El hombre, que vivía en una tapera debajo de unos arbustos cerca del lugar del trágico hecho, se negó a declarar porque tenía “mucho miedo de que lo hagan boleta”, explicó el padre del joven. “De hecho no quería ni que lo vieran hablando conmigo. Cuando conté esto en la fiscalía me dijeron que lo buscara y lo llevara, pero en esos días lo atropelló un tren y lo mató. Nos quedamos sin el único testigo”, expresó Krajnik.
La hermana de Claudio, Cecilia, es quien va pidiendo “justicia” y “basta de impunidad en el partido de Escobar” en todas las marchas. Además, menciona otros casos de muertes como el de Carlitos Borrás y el de Gustavo Sandoval.
Algunas de las manifestantes se encargaron de entregar fotocopias con la imagen y la historia de lo que le ocurrió a Claudio a los automovilistas, que pacientemente se hacían a un lado y esperaban detenidos el paso de la columna.
Al llegar a la comisaría, al igual que el mes pasado, hicieron un minuto de silencio para luego continuar caminando hasta la estación y regresar a “las cinco esquinas”, en la entrada de la localidad.